Andrea Avelina tiene 103 años y unas inmensas ganas de vivir. Con una piel marcada por las arrugas, una mente lúcida, sin lentes y un bastón para caminar se le ve recorrer los pasillos de un refugio ubicado en Piedras Negras, una localidad del estado de Coahuila, en la frontera México-Estados Unidos.
Para un reportaje reciente, divulgado por CNN en Español, dijo tener la fuerza, “las ganas e ilusiones” de una mujer de 25 o 30 años.
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A su avanzada edad decidió salir de su país, El Salvador, y tomar rumbo a los Estados Unidos. Es una migrante centenaria y optimista.
Busca asilo político en los Estados Unidos. Doña Andrea se anotó en este viaje, que inicialmente iba a ser solo su hijo, aunque ambos tenían el mismo sueño: conseguir una mejor vida.
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El corazón de madre late intacto y esta declaración lo demuestra: “Yo lo veía a él sofocado y dije: ‘Yo lo voy a seguir’. Entonces así es como yo me vine para acá. Al ver cómo venía y al saber cómo es el estado de aquí, yo sentía aflicción, porque yo sabía que el lugar de aquí era un lugar bastante escabroso”.
Esperará el reencuentro con su hijo y nietos
CNN indicó que la centenaria salvadoreña llegó el 1 de agosto de 2023 al refugio de migrantes que atiende una mujer llamada Tania.
Su travesía sorprende: “Yo no me amparé a nadie para salir de allá, yo salí de madrugada como que estarían siguiéndome”.
A la periodista Krupskaia Alís le contó que en el trayecto de El Salvador a Coahuila no hubo percances.
“Llegamos rápido a la frontera. Nosotros hubiéramos deseado pasarnos de un solo viaje, ¿verdad? Pero por no andar escondidos con la “Migra”, mejor me quedé donde mi sobrino”.
Andrea Avelina señaló que su hijo y dos nietos obtuvieron el asilo político. Ella, paciente y soñadora, cuenta que permanecerá en la frontera hasta que su hijo pueda “pedirla”, cumpliendo así con la ley estadounidense.
El reencuentro no lo ve imposible. “Bendito y glorificado Dios. Tenemos un Dios de poder y ese Dios es el que nos da fuerza como a las águilas”.
Doña Andrea es viuda y pasó ya por el dolor de enterrar a dos de los cuatro hijos que tuvo.
¿Qué espera esta migrante salvadoreña de 103 años?
“La verdad de las cosas, en la edad que yo tengo, ya no podemos trabajar mucho, pero mi objetivo es estar con mis nietos”.
No piensa retornar a El Salvador. “No nos regresamos. De aquí es un paso que tenemos que dar. En cambio, para allá (su país) está algo largo”.
Sobre la petición de asilo afirma: “Si ellos (las autoridades de Estados Unidos) pudieran hacerlo, pues bendito sea Dios. Y si no pueden, bendito Dios. Vamos a esperar en esa aplicación que está dando”.
Así opinan en redes sociales
Ana Vergara Jaraba: “Yo siendo primera dama, le doy ese gusto. La llevo a Orlando y otras ciudades a pasear. Divina ella”.
Fausto Morillo: “Está en todo su derecho de buscar una mejor vida, ya que cada día que viva es un regalo de Dios y debe vivirlo lo mejor y más feliz que pueda”.
Paula Aristizábal: Este es el verdadero “nunca es tarde pa’ cumplir los sueños”.
Álvaro Tamara: “Dios se lo conceda”. (I)
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