El derrocado presidente sirio, Bashar al Asad, aseguró este lunes que no huyó premeditadamente de Siria el día que los rebeldes tomaron la capital Damasco y dijo que Rusia pidió su evacuación de una base militar bajo ataque, en su primera declaración tras su salida del poder.
“Mi salida de Siria no fue planificada, ni tuvo lugar durante las últimas horas de la batalla, contrariamente a ciertas acusaciones”, declaró Al Asad en un comunicado difundido por Telegram.
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“Moscú pidió (...) una evacuación inmediata a Rusia en la noche del domingo 8 de diciembre”, agregó Al Asad, que afirmó que Siria está “en manos de terroristas”, después que una coalición insurgente liderada por islamistas tomara el poder.
“En ningún momento durante estos acontecimientos consideré renunciar o buscar refugio, ni ninguna persona o partido hizo tal propuesta”, explicó el exdirigente.
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Bashar al Asad llegó el domingo a Rusia, cuyas autoridades le dieron refugio tras apoyar militarmente a su régimen durante la última década.
“Asad llegó junto a los miembros de su familia a Moscú. Rusia, partiendo de criterios de carácter humanitario, le ofreció asilo”, informó una fuente del Kremlin a las agencias de noticias locales. (I)