Una decisión bastó para que las familias Delmarcelle y Aguayo se unieran de por vida. Y se tomó hace más de 20 años cuando el padre de Anahël agarró su maleta y desde Bélgica viajó a Ecuador al estilo “mochilero”.

Cuando llegó a Guayaquil conoció a quien sería su futura esposa. La pareja fue a Bélgica, se casó, y formaron una familia. De esa unión nació Anahël Máxima Alba Rayana Delmarcelle Aguayo, quien ahora tiene 19 años y en su cédula lleva sus cuatro nombres.

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Esa particularidad, según Anahël, es porque en Bélgica es tradicional, además de los dos nombres, colocar otros como accesorios.

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“Se emocionaron y me pusieron cuatro nombres. Anahël por mis padres, Máxima por mi bisabuela de parte de madre; Alba por mi madrina y Rayana por mi padrino”, menciona la joven, quien lo ha explicado en varias ocasiones, como en la universidad.

La joven mostrando fotografías de su familia. Foto: Alexandra Casulo

Después de vivir en otros países, Ecuador fue el elegido

Anahël nació en Uccle, allá estuvo dos años con sus padres y hermana, otro año fueron a vivir a España, donde se integró su hermano menor. Otro año la pasaron en Estados Unidos hasta que se asentaron en Ecuador.

“Obviamente mi mamá quería ver a su familia, estar más unida con ellos y a mi papá le encantó. Entonces, no fue un problema tomar esa decisión. Nos criaron aquí con mis hermanos”, dice la joven que pisó este territorio a los 4 años.

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Para mantener las costumbres de ambos países, su padre le hablaba en francés, uno de los idiomas oficiales en Bélgica y su madre les enseñaba español. Ya en la escuela y colegio aprendieron inglés.

Durante su infancia, la familia viajaba al país europeo en vacaciones y allá Anahël probó el macaroni au jambon y el steak frites. “Pasábamos con mis abuelitos, mis tíos, conocer un poco de Europa y el clima nos chocaba porque era frío, lluvia y acá estamos acostumbrados al calor”, comenta.

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Anahël es fan del calor, sol y playa. Le huye al frío, por eso no se ve viviendo en otra ciudad. Foto: Alexandra Casulo

Y tan acostumbrada está que no tiene problemas de almorzar una sopa bien caliente cuando el sol es intenso. “Cuando éramos chiquitos, mi abuelita vivía con nosotros y ella era la típica abuelita que nos hacía sopas hirviendo en pleno sol y ya me acostumbré. Yo no estoy pensando en no comer algo caliente, uno se acostumbra”, menciona.

Vistió de celeste y blanco

La joven afirma ser bien guayaquileña porque a cada instante dice “lámpara”, una de las frases populares en la ciudad y además porque vistió de celeste y blanco. “Para las fiestas julianas salía con el típico vestido de la guayaquileña a las calles, con mi sombrilla. Me gustaba participar en los desfiles”, afirma.

Este 2024 se cumplen 489 años del proceso fundacional, ciudad que ha acogido a miles de extranjeros. Solo de Bélgica 6.129 personas ingresaron al Ecuador, de acuerdo con datos del Censo de Población y Vivienda. 3.159 vienen de Bruselas, la capital; 364 de Bruges y 160 de Antwerp.

Motivos de visita<b>Ciudadanos Belgas</b>
Turismo2.608
Residencias783
Eventos176
Estudios82
Negocios82

Fuente: Censo de Población y Vivienda.

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Según el Ministerio de Turismo, 2.203 personas provenientes de Bélgica visitaron Ecuador entre enero a junio de 2024. El 20,25 % tiene entre 50 a 59 años y en su mayoría ingresan por la vía aérea.

Dentro de ese grupo suele estar la familia paterna de Anahël. Cuando los visitan su madre y ella realizan un tour por la ciudad. Los llevan a la calle Panamá, al Malecón, y por supuesto a probar el seco de pollo, arroz con menestra y carne, encebollado, bolón, cazuela, platos que adoran en su hogar.

¿Cómo ha crecido la comunidad extranjera en Ecuador?: el censo reveló que hay 231.686 venezolanos, 97.832 colombianos y 14.424 estadounidenses, entre los más numerosos

Su familia se queda asombrada al ver cómo son los guayaquileños. “Son muy carismáticos, te reciben bien, son amables. Esta ciudad es hermosa. Me gusta vivir aquí y yo me veo de largo”, apunta.

La estudiante de Odontología y que luego se cambiará a Medicina, admite que en la familia ronda el comentario de que Anahël vaya a Bélgica por la inseguridad.

“Nos prepararon para estudiar afuera. Mi hermana se fue a España y vive con el esposo; mi hermano recién se fue a Bélgica. Yo soy la única que se quedó aquí a estudiar. No me emocionaba mucho la idea de estudiar por allá todavía. Mi mamá sí me dice si no considero irme por lo que está pasando, pero yo tengo mi vida aquí, entonces no es una opción para mí, salve un caso de emergencia, pero sería triste”, opina. (I)

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