El sector cacaotero enfrenta buenos tiempos debido al alto precio por tonelada del cacao en el exterior, que se cotiza en las bolsas de valores de Nueva York y Londres.

Las estimaciones indican que estos precios altos se mantendrán al menos durante la mayor parte de 2024. El costo de la tonelada métrica (TM) de cacao se ha triplicado en el último año y medio, alcanzando un nivel récord de 8.493 dólares, valor que no se registraba desde 1977 del siglo XX, es decir, hace 47 años.

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Marjorie Franco, de 38 años de edad, cultiva cacao y es parte de la cadena de acopio y secado, proceso que impulsa en el cantón El Empalme, en Guayas, junto a otros 350 agricultores de la zona para conseguir un producto sostenible.

Ellos se han beneficiado con el incremento de sus ingresos en medio de la coyuntura de escasez del grano a nivel mundial.

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La producción de Costa de Marfil y Ghana, los dos países de África Occidental que surten casi el 60 % de la demanda del mundo, está afectada por enfermedades, lo que se a unen condiciones climáticas adversas que derivan en un tercer año consecutivo de déficit en la oferta mundial. Esta escasez empuja los precios al alza.

“Se piensa que el precio podría llegar a 10.000 dólares por tonelada”, dice Gustavo Pazmiño, líder de Sostenibilidad y Cadena de Alimentos para Yara Ecuador, que otorga insumos para los cultivos y ofrece asistencia técnica a los productores.

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“Eso significa que los agricultores ecuatorianos podrían recibir hasta 450 dólares por un quintal de cacao, ahora están pagando cerca de 400 dólares que ya es alto”, afirma Marjorie.

El valor promedio actual que se comercializa en los centros de acopio oscila entre los 370 y 380 dólares por quintal del grano seco.

Por varios años no pasó de 120-130 dólares y promedio entre 80-110 dólares por quintal”, señala Pazmiño, por lo que están recibiendo un poco más del triple.

Cacao: tiempos para estrategia

Ecuador pasó de ser el octavo principal exportador mundial de cacao en 2007/2008 al tercer lugar en 2022/2023.

El ascenso se dio en los últimos quince años con un aumento del volumen exportado que pasó de 109.000 toneladas (t) entre octubre de 2007 y septiembre de 2008 a 400.000 t en el mismo periodo del 2022/2023, lo que representa un aumento del 279 %.

El ciclo productivo del cacao es entre octubre y septiembre, por ello se contabiliza así en lo que se denomina como un año cacaotero.

Marjorie dice que la renovación de los cultivos fue clave en el mejoramiento de la productividad.

“Si tú haces un buen manejo y el tratamiento adecuado a los 18 meses de que siembras empiezas a tener producción, anteriormente había que esperar 24 meses. Mucho tiene que ver con nutrición y con los sistemas de riego, trabajar con los nutrientes que necesita el suelo para que se vaya desarrollando”.

El árbol de cacao puede durar hasta 200 años con el cuidado adecuado, agrega.

Una alternativa sostenible es crear un policultivo, es decir, que la planta de cacao crezca junto a las de banano, plátano. “Siempre los cultivos se ven beneficiados de estar con otros porque así es más complicado que lleguen las enfermedades a diferencia de un monocultivo”, afirma Pazmiño.

Marjorie es la única mujer de nueve hermanos. Todos ellos se dedican a la siembra y acopio, herencia productiva de su padre.

Ella resalta el papel de la mujer en el campo. “Hay cambios que se están viendo. Ahora se ven jornaleras que siembran y trabajan en poda, lo que antes no ocurría. Para ello tienen que aprender a deshojar y dar la iluminación debida a la planta”.

También cosechan, fumigan. En este marco de precios altos, el costo del café 100 % orgánico, que por lo general es más alto del convencional, se diluye.

Lo que da paso a otras estrategias. “Tenemos un concepto de equilibrio, que es cómo puedes complementar lo orgánico más lo convencional para lograr un ecosistema correcto de producción de cultivos y ahí viene el tema de la agricultura regenerativa”, dice Pazmiño.

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¿Cómo desde la agricultura regenerativa se puede mejorar la productividad?

Marjorie Franco es productora de cacao y divulga sus prácticas a los agricultores de El Empalme. Foto: CORTESÍA YARA

La agricultura regenerativa es un concepto de producir un cultivo de forma rentable, pero sin poner en riesgo el ecosistema que rodea a las plantaciones.

Pazmiño explica, por ejemplo, que el agua es uno de los elementos principales. El fin es utilizarla de manera responsable, sin acaparar, para que el líquido llegue a todos los productores que lo requieren e incluso a las ciudades.

“¿Cómo se puede lograr? siendo muy consciente, incorporando todas las buenas prácticas de nutrición convencional y también incluyendo conceptos orgánicos o agroecológicos, una fusión”.

La producción promedio de cacao seco en Ecuador es de 0,7 toneladas por hectárea (ha). Marjorie lograba cosechar 1,2 t por ha, pero cuando acogió buenas prácticas agrícolas, como el riego controlado y la aplicación, por ejemplo, de un estudio del suelo para colocar los nutrientes que realmente necesita su plantación, su nivel de producción subió a 2,4 t por ha en un tiempo de cuatro a cinco años.

Marjorie ha divulgado este conocimiento a los agricultores de la zona, lo que repercutió en un 30 % más de producción con la aplicación de estas prácticas. Su papá era reacio y no quería acoger los cambios en la forma de producir, pero ahora, con los resultados positivos, confía más en ella.

Las prácticas de agricultura regenerativa ayudan a garantizar una mayor productividad y sostenibilidad.

“El cacao es un monocultivo, por lo que los suelos corren el riesgo de degradarse durante muchas décadas de crecimiento si los productores no reemplazan los nutrientes que se lleva la cosecha. Algunos productores desconocen cómo hacer composta con las mazorcas de cacao, que pueden devolver nutrientes al suelo”, indica Pazmiño.

“La agricultura regenerativa comienza con una muestra de suelo que será analizada para proporcionar nutrientes en función de las necesidades del cultivo, ni más ni menos”, asegura Marjorie.

Otro paso fue el acceso a un crédito para implementar un sistema de riego por aspersión que es más eficiente. “Lo tenía con un mecanismo que inundaba la planta, no tenía un buen manejo, utilizaba mucha más agua de la que necesitaba, hasta cuatro veces más”, indica.

En su caso, de un pozo impulsa el agua con una bomba eléctrica. Otros tienen albarradas o llevan el agua con bombas que usan combustible.

Una parte de la ganancia actual puede invertirse en instalar sistemas de riego o acogiendo determinadas prácticas que impactan el nivel de producción. “Invertir el dinero extra en la finca para incrementar la producción, esa es la oportunidad”, manifiesta Pazmiño.

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El fin es mejorar la productividad en lo ya sembrado, ya que no es sostenible aumentar el área ocupada para este cultivo, lo que trabaría los envíos a mercados como el de la Unión Europea (UE), que exige buenas prácticas ambientales como producir sin deforestación.

Una de las trabas es el nivel de inseguridad que afecta también a las zonas rurales. “Con estos precios elevados hay agricultores que ya no quieren que suba tanto porque los esperan afuera de las fincas y los quieren secuestrar o se roban los vehículos”, dice Marjorie.

El peligro también se da en los caminos vecinales o tras comercializar los quintales. “Más o menos saben lo que se ha vendido y de allí viene la extorsión, no hay ningún control de esto”.

Iván Ontaneda, presidente del directorio de Anecacao, plantea en un artículo publicado en la revista especializada de este gremio una agenda gubernamental centrada en dos pilares fundamentales: seguridad y reducción de costos.

“La seguridad no solo es un requisito básico para el funcionamiento de nuestras operaciones, sino que también impacta directamente en nuestra competitividad global. La situación actual, registrada por Cordex (Corporación de Gremios Exportadores del Ecuador) con más de 600 incidentes delictivos en el año, requiere una respuesta inmediata”.

La inversión anual de más de 200 millones de dólares, agrega Ontaneda, en medidas de seguridad del sector exportador es insostenible a largo plazo. “Es hora de una estrategia coordinada y eficaz para abordar esta amenaza a lo largo de toda la cadena de valor. Actualmente gastamos más de 7 dólares por t exportada por temas de seguridad, costos adicionales que aprietan la competitividad de nuestro sector, costos que no pueden ser trasladados a nuestros clientes porque los dejan fuera del mercado”.

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Cacao y elaborados generaron más de 1.300 millones de dólares en divisas en 2023

Las cifras de comercio exterior del Banco Central del Ecuador (BCE), que analizan lo exportado de enero a diciembre de cada año, evidencian este nuevo boom cacaotero.

Las exportaciones alcanzaron los 1.322,8 millones de dólares en 2023, casi el doble de lo que ingresó al país en 2016 con 750,1 millones de dólares.

El valor en divisas generado por las exportaciones de cacao representaron el 3,3 del total de ingresos al país por los productos no petroleros en 2007, lo que subió al 6 % en 2023, según datos del BCE.

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El mercado con mayor crecimiento para el cacao ecuatoriano fue Asia. En ese continente se compite en precio con los productores africanos para poder vender todo el volumen adicional que se produce.

El sector cacaotero genera más de 400.000 empleos directos e indirectos, según Anecacao.

El problema de producción en África y las restricciones que tienen para ingresar al mercado de la UE debido a la falta de sostenibilidad de las plantaciones, por la deforestación y el trabajo infantil, es un panorama que beneficia al cacao ecuatoriano y podría catapultar al país como el segundo mayor exportador mundial durante 2024, dice Alberto Nacer, vicepresidente comercial de la consultora financiera Stonex en una publicación especializada de Anecacao.

El otro impacto importante para Ecuador es que “se convierte en la primera alternativa de la industria para reemplazar el volumen que no podrán comprar en Costa de Marfil o Ghana; lo que garantiza un mercado para el volumen adicional que se produzca en el país”. (I)

El cacao pasa por un proceso está que queda un grano seco, que es el que se exporta como materia prima. Foto: CORTESÍA YARA