Es fundamental el mensaje de unidad que dé quien gane las elecciones presidenciales de este domingo 13 de abril, indica el analista político Gustavo González ante la polarización de la población.

Y una de las primeras acciones, agrega, sería “convocar a las mejores inteligencias” para solucionar la problemática de inseguridad, violencia y pobreza.

“Designar con acierto a las mejores inteligencias, sin importar banderías políticas, regionalismos o amiguismos”, asegura González.

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Ecuador elegirá este domingo 13 de abril al presidente de la República que gobernará el país durante los próximos cuatro años, entre la candidata del correísmo Luisa González y la reelección del candidato presidente Daniel Noboa.

¿Cuál debe ser el norte de quien gane las elecciones este domingo 13 de abril en un país tan polarizado?

Cualquiera que sea el resultado del día 13 de abril, lo primero que tiene que hacer la persona que gane las elecciones es hacerles entender a sus seguidores y al país en general que el hecho de tener adversarios políticos no nos convierte en enemigos políticos.

Decirle al país que necesitamos efectivamente un acuerdo mínimo vital, un pacto realista y sensato, en el que todos los ecuatorianos tienen que caber porque aquí no sobra nadie. Y que nos permita superar la dura situación que nos mantiene inmovilizados entre la pobreza, violencia, corrupción y sobre todo la desesperanza.

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Necesitamos que se convoque a todos los ecuatorianos a olvidar las diferencias políticas y trabajar en un derrotero en el que no sobra nadie, en el que todos debemos poner el hombro, que lo único que nos sobra es la violencia que tenemos que combatir, la desigualdad, la pobreza, la falta de oportunidades.

Lo primero que tiene que convocar el presidente reelecto o la presidenta electa es a los ecuatorianos a la unidad para poder articular por fin un verdadero programa en el que todos puedan caber, absolutamente todos.

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El presidente o la presidenta tiene que tener el pensamiento claro para designar con acierto a las mejores inteligencias y los mejores recursos humanos de la nación, sin importar banderías políticas, regionalismos o amiguismos.

Que la vanidad del poder no los entontezca ni los envilezca, sino que, por el contrario, los impulse a conducir las riendas del Estado con la sencillez de la verdadera fuerza. Un conductor que comprenda la diversidad de este país que en verdad es una unidad cultural diferenciada, y que por fin se detenga la caída libre de nuestra economía hacia la pobreza, desocupación y la miseria.

El impacto del crimen organizado es uno de los principales problemas que enfrentará el próximo presidente (a) de la República. Foto: EFE

¿Cuál es el riesgo si no se llega a este consenso?

El riesgo es de un país dividido. Julio César (político y militar romano) escribió en su libro La campaña de las Galias: ‘Ay de los vencidos’. El que resulte ganador o ganadora el domingo no puede decir eso, porque básicamente la grieta le va a impedir gobernar, ¿cómo puede gobernar con un congreso fracturado mitad mitad? No se puede.

Tenemos que tener la capacidad de hablar, de dialogar, de entendernos, por favor, entendernos. Y acometer en ese entendimiento los problemas del país.

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¿Cómo superar con acciones la crisis resumida en la inseguridad y pobreza en un país polarizado?

Convocar a los mejores. Cómo hace un director técnico de una selección de fútbol del Ecuador. Si ese director técnico es del Independiente del Valle y quiere convocar a todos los jugadores de ese equipo, por ejemplo, no va a ningún lado. Tiene que convocar a los mejores jugadores estén donde estén, vistan la camiseta que vistan, en las posiciones que necesita la Selección. Ese para mí es el mejor ejemplo y es tal vez lo único que nos une de verdad a los ecuatorianos, la Tricolor.

Pero repito, en lo que haga la persona que resulte elegida es fundamental el mensaje de unidad que lance a los ecuatorianos. Y luego, en la acción, convocar a las mejores inteligencias para que solucionen el tema.

No se puede seguir colocando a veterinarios, por ejemplo, a dirigir temas petroleros. Hay que buscar a los mejores que sepan el tema. No se puede colocar en el Ministerio de Defensa Nacional a una persona totalmente neófita, absolutamente neófita porque no es que si los viajes enseñaran, entonces las azafatas fueran sabias, pero no es así.

Las personas tienen que tener una cantidad de recursos que la experiencia les ha dado y demostrado para poder articular rápidamente, porque esto no puede seguir esperando, no podemos seguir en diagnóstico, ya se saben los diagnósticos. Tenemos que atacar eficientemente las soluciones.

¿Y qué soluciones prácticas se deberían implementar para enfrentar la inseguridad y el alto nivel de violencia?

Sobre la inseguridad atacaría directamente el tema con el cierre de las fronteras, sellar las fronteras mediante la implementación de grupos militares con tecnología y movilidad.

Nada de hablar de unidades terciarias o cuaternarias, sino rápidamente tener un ataque expedito, dinámico sobre las fronteras, porque una vez que la droga ingresa deja su rastro de sangre y corrupción por todos lados.

Entonces, nuestro negocio no es solo impedir que la droga salga por los puertos, sino impedir que ingrese por las fronteras. El problema de droga está íntimamente relacionado con lo que pasa en Colombia. Usted se imagina si Colombia no cultivara coca, no tuviéramos este problema, pero Colombia tiene 254.000 hectáreas en muchos casos con semillas mejoradas.

Entonces, tiene una producción que la envían por Ecuador, pero ¿por qué no la envían por el Pacífico de ellos? Simple, porque tienen muy poca capacidad sobre el Pacífico, solo tienen (el puerto de) Buenaventura y no tienen muchos habitantes en esa zona.

Además, el servicio militar obligatorio tiene que ser reorientado a que los conscriptos participen en actividades riesgosas, porque en estos momentos está prohibido que lo hagan. Entonces, ¿para qué nos sirven veinte mil conscriptos, que son soldados finalmente?

Claro, no se los va a mandar a zonas difíciles o de enfrentamiento a los conscriptos, porque para eso están las fuerzas tácticas, pero sí pueden servir en ejercicios de control de armas, por ejemplo, ayudar y dar un poco de respiro a nuestras fuerzas profesionales.

Crear en el SNAI (Servicio Nacional de Atención a las Personas Privadas de Libertad) con la base de estos reservistas que actualmente están sirviendo a nuestras Fuerzas Armadas. Con esos 5.000 reservistas que han entrado y salido, de allí obtuviera mi banco humano para el nuevo SNAI, es decir, gente con capacidades probadas y experiencias adquiridas.

Y necesitamos purgar nuestras fuerzas armadas y fuerza policial.

Ninguno podrá gobernar por sí solo, ¿cuál sería el camino para conseguir la reforma constitucional en una Asamblea polarizada?

Creo que la sociedad civil, la Iglesia, todos los actores no políticos de la sociedad debemos presionar para que un acuerdo de esas características se logre dar, que se sienten y lo hagan.

Si vamos a una Asamblea Nacional Constituyente, en eso puede pasar cualquier cosa. Si vamos a una reforma, ya sabemos el procedimiento de este proceso constitucional. Y todo es tiempo, tiempo perdido.

Sí creo que los ecuatorianos podemos exigir, los actores no políticos, las cámaras de la producción, los grupos de trabajadores, toda la sociedad civil organizada tenemos que decirles a los políticos ‘por favor, esto es lo que el país necesita’.

No podemos seguir en el juego político pensando en la próxima elección. Tenemos que ir pensando ya en la próxima generación, porque este tema está cada día más complicado. Queremos un Ecuador que sea de permanencia para nuestros hijos y nietos. No que estén pensando en salir del Ecuador para realizar su vida y sus sueños afuera. (I)