Los juegos y ejercicios mentales deben ser un hábito en todas las personas, no están limitados a niños y jóvenes, al contrario, a medida que se avanza en edad sus beneficios son más evidentes y para los adultos mayores hacerlos parte de la rutina es primordial. Según los expertos, estas técnicas disminuyen el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer y demencia senil.