Gisselle Giler, árbitra ecuatoriana con escarapela FIFA, compartió sus experiencias en el fútbol, un deporte todavía dominado por hombres, en el foro “Mujeres que rompen paradigmas”, organizado por EL UNIVERSO y que se llevó a cabo el pasado 27 de marzo en el aula magna de la Universidad Espíritu Santo.
Oriunda de Ambato, Giler estuvo vinculada al mundo del fútbol desde temprana edad, pues practicaba el deporte, igual que su padre y su hermano.
Empezó a formarse como árbitra a los 16 años en la Asociación de Tungurahua, donde estudió diferentes materias, como Estatuto de la Federación Deportiva, Inglés, Excel, Programación, Medicina Deportiva y otras. Se graduó como profesional a los 17.
Gisselle Giler: La joven árbitra que rompe estereotipos en el fútbol ecuatoriano
Ahora, con 27 años, es una de las 109 mujeres que trabajan en las divisiones A y B de la Liga Pro.
Al conocer más la profesión se dio cuenta de lo compleja que es, por la constante toma de decisiones que requiere y que pueden ocasionar controversia.
Tuvo que expulsar a alguien en su primer partido
En su primer partido, uno barrial, tuvo que expulsar a uno de los jugadores. Aunque la decisión le trajo adrenalina, también recuerda que marcó su vida y le demostró que podía seguir la profesión de árbitra.
Giler, además, dirige a hombres. “Ser mujer y darles órdenes a los hombres dentro de un partido... Si muchas veces no nos hacen caso en ambientes normales, imagínate en un partido, donde están con los ánimos a flor de piel. Pierden la cabeza; pero, si los jugadores pierden la cabeza, tú no puedes”, expresó.
Giler, a su vez, piensa que “el mundo de los jugadores es diferente al de los árbitros”, y que en ocasiones ni ellos ni los cuerpos técnicos de los equipos entienden sus decisiones.
Mediante al arbitraje, continuó, ha aprendido a gestionar sus emociones y su carácter tomando en cuenta estos factores en los jugadores y la audiencia.
Transmitirle confianza al resto de la terna arbitral, agregó, es esencial para la profesión.
El año pasado tuvo una operación de corazón que puso en peligro su profesión, pero ha podido continuarla.
Practicar el arbitraje, además, tiene exigencias físicas, y las lesiones son comunes.”Me lesioné en el 2019: tuve una distensión de ligamento colateral de la rodilla izquierda, el mismo que me dejó por fuera de cancha cuatro o cinco meses”, señaló.
Balancea su trabajo con ser madre y estudiante
Sin embargo, su carrera como árbitra no es su única faceta. Giler también es madre, y está estudiando Pedagogía. Su familia, recontó, fue importante para balancear esos aspectos.
“Mis padres y mi hermana fueron quienes me apoyaron después de la maternidad. De igual forma, tenía que cumplir los entrenamientos y los partidos a cabalidad para cumplir”, dijo.
“No solamente es mi presente, sino el futuro de mi hija ver que diga: ‘Mi mamá está ahí, mi mamá es árbitra’. Como alguna vez pasó en la escuela, que dijo: ‘Mi mamá le dirigió a tal equipo con tal equipo; esa es mi mamá‘. Esas son palabras que me llenan”.
Para que haya más árbitras, Giler consideró necesario que el fútbol femenino sea más comercial y conocido, lo cual también beneficiaría a las jugadoras.
De acuerdo con una encuesta llevada a cabo en mayo de 2024 por la organización Women in Football, dirigida a 995 trabajadoras y voluntarias en la industria del fútbol, el 89 % de las que respondieron dijo haber sufrido discriminación por su género.
60 % de ellas expresaron que reportaron haber sido discriminadas, pero que no se tomó ninguna acción sancionatoria en contra de sus agresores.
Adicionalmente, el 88 % consideró que necesitan trabajar más duro que sus pares masculinos para recibir el mismo reconocimiento y beneficios. (I)