Son $ 10′633.410 que la Agencia de Tránsito y Movilidad de Guayaquil (ATM) ha recaudado desde enero hasta julio de este año mediante las infracciones por exceso de velocidad.
Solo en la avenida Narcisa de Jesús, en el carril de servicio, sentido norte-sur, se cobraron $ 1′516.320 en multas. En esa vía fue multado Elvis Andrade, de 58 años. Usó el carril de servicio, con el que se pueder ir hasta 50 km/h; el radar le marcó 60 km/h.
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Según Andrade, no iba a exceso de velocidad, pero no tenía cómo demostrarlo. Además, señala que se enteró de la multa porque fueron a cobrarle a la casa. Él no posee correo electrónico. El aviso se lo dio su hija, quien estaba en el domicilio.
“La principal función de un radar es salvar vidas. En un esquema preventivo, la idea es prevenir las altas velocidades de los vehículos para evitar siniestros o calamidades de tránsito”, afirma Christian León, director de Informática de la ATM.
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El funcionario menciona que el aparato posee una luz llamada estrobo que emite destellos breves en rápida sucesión, pero no está en todos los radares. La luz funciona a entre 280 y 300 metros de distancia y se enciende cuando detecta que un vehículo viene a velocidad.
“Ya va captando los vehículos que vienen al frente y va por una tecnología de telemetría, de medición de avance. Cuando el vehículo supera la velocidad límite de esa zona, se prende esta luz. No es una foto; no es un flash (de una cámara). Es una luz que parpadea, que alerta al conductor de que está superando la velocidad permitida”, dice León.
Y continúa: “Una vez que el conductor, con esta disuasión, baja la velocidad, el estrobo se apaga y pasa sin cometer ninguna infracción”. Sin embargo, cuenta León, cuando el conductor no acata la alerta y pasa rompiendo el límite de velocidad, inmediatamente la cámara lo fotografía.
“Y esa fotografía es la que se convertiría en una infracción, una vez que haya sido consumado el límite de velocidad”, indica el funcionario.
En la ciudad hay 43 radares, de acuerdo con la ATM. Había 45, pero dos sufrieron daños por actos de vandalismo. Están ubicados en nueve avenidas de la ciudad y estas son algunas de las direcciones:
- Av. Perimetral (por ejemplo, en Tres Bocas y antes de la entrada de la Prosperina).
- Av. Narcisa de Jesús (Vergeles, Geranios, Metrópolis II y otros).
- Vía a la costa (altura de Portofino y Costalmar Shopping).
- Vía a Daule (kilómetro 14 y 25).
- Av. Francisco de Orellana (cerca de Riocentro Norte y frente al parque Samanes).
- Av. Juan Tanca Marengo (colegio Cebi y a la altura de la concesionaria Chevrolet).
- Av. del Bombero (frente al paradero del colegio Javier y otros).
- Av. Barcelona (sentido hacia el puente de la 17).
- Av. Pedro Menéndez (base naval y ciudadela Río Guayas).
¿Cuáles son los límites de velocidad?
La avenida Perimetral, la vía a la costa y la vía a Daule son las tres rutas en las que los vehículos livianos tienen permitido transitar a una velocidad de 90 km/h. En la parte urbana se puede ir a 70 km/h, y en el carril de servicio hasta 50 km/h, según la ATM.
Con los vehículos pesados es otro tratamiento. En la parte urbana pueden transitar a una velocidad de 50 km/h, al igual que en el carril de servicio. Y co una velocidad de 70 km/h, estos vehículos pueden circular por la avenida Perimetral, vía a la costa y vía a Daule.
La multa por exceder el límite de velocidad es el 30 % del salario básico unificado, esto es, $ 135. (I)