Cecilia Calderón vive actualmente de la jubilación y de lo que produce la tierra, como cacao. Tiene una propiedad rural en Cerecita, en Guayaquil.

Con tres hijos y cuatro nietos, a sus 73 años, dice que se siente una mujer realizada en diversas etapas, pero que siempre hay algo nuevo por aprender.

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La primera viceprefecta del Guayas en 1980 y la única diputada electa en 1986 ahora se centra en editar una publicación sobre historias rurales. En Las 35 preguntas confiesa que Abdalá Bucaram le ganó la Alcaldía de Guayaquil con el 3 % de votos.

Calderón es hija de Abdón Calderón Muñoz, político liberal fundador del extinto Frente Radical Alfarista (FRA) y asesinado durante la dictadura militar de los años setenta del siglo XX. De él dice que heredó el amor por el campo, de ahí que está llena de frases y de adagios populares, un lado que matiza con el sobrenombre que le dejó la política: la Chilindrina.

1.- ¿Qué piensa de los apodos que se pone a ciertos políticos?

Bueno, a mí el que me pusieron para molestarme me encantó.

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2.- Es un gran personaje de la televisión latinoamericana.

Sí, la Chilindrina y cuando decían Chilindrina, hola decía yo. Claro que lo hicieron para molestarme, pero yo le di la vuelta. Don Assad Bucaram Elmhalin (+), él me puso Chilindrina. Él decía esta que se mete a cosas de grandes, a hablar de la política, tiene apenas 26 años (en ese entonces) y ellos ya eran prohombres, es una Chilindrina, estaba de moda. Me acuerdo que Gloria Gallardo era periodista de Ecuavisa y me preguntó qué opinaba, así a bocas de jarro, y le dije: ‘Me encanta’. ¿Pero por qué? La Chilindrina porque grita, y yo también grito. Y porque ella lucha por la justicia, pobrecito el Chavo le pasa de todo y ella lo defiende y el Chavo es el pueblo. Recuerdo que era el aniversario del Chavo del Ocho y me llama David Reinoso y me dice que no va a poder venir el Chavo ni tampoco la Chilindrina, usted se prestaría, y le dije sí, entonces él hizo el programa conmigo. Fue una cosa muy ligera, alguna gente quizás no les gusta por la imagen de seriedad, pero para mí no. Además, a mí Reinoso me caía superbién, me encantan todos los programas que ha hecho, menos el de la Mofle, porque muy feo contra las mujeres, no me gusta (ríe).

3.- ¿De quién fue la idea de usar este apodo en las seccionales del 2019 en la que fue candidata a prefecta del Guayas?

La persona que me ayudó en ese entonces me dice que hay que llamar la atención. Entonces una niña que era actriz me acompañaba vestida de Chilindrina y ella decía, esta es la otra Chilindrina. Entonces los más grandes decían, ah sí me acuerdo, y les contaban a los otros.

4.- ¿Cuándo una mujer puede sentirse realizada?

La vida tiene etapas, entonces en cada etapa uno puede realizarse. Una niña puede realizarse, por ejemplo, cuando pequeña la ponen en clases de ballet y resulta que puede ya bailar en un teatro, es una niña, está realizada. Otras ya más grandes van a la universidad, se gradúan, hacen su maestría y de repente se encuentran trabajando en el ambiente que soñaron, están realizadas. Y a las que estamos así en una vida como esposa, mamá, abuela y encima agricultora, que soy yo y dirigente política, entonces creo que como mamá sí estoy realizada, soy feliz con mis hijos y mis nietos. Y sí, creo que realizada como esposa también, porque a pesar de las tormentas que hay en la vida, seguimos con el mismo entusiasmo que al principio, ayudándonos mutuamente, tratando juntos de convertir los espacios en sitios agradables, pero como política todavía no me siento realizada (ríe).

5.- ¿Reanudaría su vida política, como candidata?

Entendí que la política no es necesariamente ser candidato, que se puede hacer política desde los diversos espacios donde uno busca el bien común, construir una sociedad justa, digna, equitativa, solidaria. Entonces puedes hacer política desde la cátedra, yo lo he hecho, en ese sentido de meterles en la conciencia de mis alumnos y alumnas que la profesión es una herramienta nada más para construir una sociedad mejor. Pero también el asunto es que en la política partidista hemos ido para atrás. Cuando participé por primera vez en la política, mi papá era director del Partido Liberal y yo apenas tenía 18 años, participábamos en debates de los jóvenes. Después vino la dictadura, viví muy de cerca lo que es una dictadura, mi papá no sé cuántas veces fue a la cárcel, no sé cuántas veces lo mandaron al Oriente confinado y por último lo expulsaron del país y ya lo peor, lo asesinaron. Lo matan en el lapso de la segunda vuelta (en diciembre de 1978), y de ley mi papá iba a ir al Congreso Nacional porque así eran las leyes entonces, los candidatos presidenciales que en la primera vuelta no ganaron, iban al Congreso. No querían que vaya allí, a mi padre le decían el fiscal del pueblo, él hablaba lo que otros no hablaban. Viví lo que es hacer un partido, organizar a las bases, semanalmente hacer sesiones de formación, de capacitación, de buscar líderes y respuestas que los líderes tenían que dar a las grandes angustias nacionales. Era prepararse para el ejercicio del poder. Seguí con ese método cuando era directora del FRA, teníamos reuniones semanales, capacitando en los barrios y nos expandíamos en toda la República.

Foto: Alexandra Casulo

6.- ¿Qué piensa de la actual representación política?

Ahora ya no hay partidos políticos. Lo que hay es empresas electorales que se activan solamente en momentos de elección, a tal punto que los partidos se compran, se venden, los partidos se alquilan. Doy ejemplos. Cada hermano de Lenín Moreno (2017-2021) era dueño de un partido y usted jamás vio a ningún hermano de Lenín Moreno en política, pero venden el partido, metamorfosean el nombre, vienen otros y nunca cumplen... Personalmente creo que las personas que no tienen principios ni bandera fácilmente se corrompen, fácilmente traicionan. Escuché a un candidato que decía que quería ser candidato y no sabía en qué partido hasta que encontró uno que ya le dio el auspicio, partidos de alquiler.

7.- ¿Usted con qué partidos y movimiento ha estado vinculada?

Siempre fui del FRA, pero tuvimos un golpe muy duro cuando Fabián Alarcón llegó a ser presidente del Congreso (entre agosto de 1996 y febrero de 1997) con el apoyo y auspicio de Abdalá Bucaram en la Presidencia de la República (1996-1997), entonces idearon un plan para desbaratarme. Lo primero que hicieron es que corrompieron todas las directivas, el que tiene el poder si no tiene principios ni bandera se corrompe, entonces a veces se aprovechan de las necesidades de la gente y teniendo el poder podían ofrecer cargos de directores, puestos. Llegó un momento en que se hizo una gran asamblea dizque para ver qué pasaba y cuando yo entré, cuál mi sorpresa, me reciben los Bucaram en la puerta burlándose, se reían. Y veo la sala donde está la gente del partido, un montón de chicas que habían traído quién sabe de dónde. Y esa asamblea me expulsa del partido, del que mi padre fundó con su sangre, del que yo participé tanto tiempo. En el 2000 el doctor Rodrigo Borja, cuando ya me habían expulsado del FRA, me llama por teléfono y me invita a que vaya en la lista nacional de diputados de ID, no me pidió afiliación, pero me dijo que había escogido a tres personas, al general Paco Moncayo, al doctor René Mueller y a mí. Acepté y fuimos diputados, hice una gran amistad con doce diputados que llegamos al Congreso Nacional por la ID.

8.- ¿Qué hubo detrás de su expulsión del FRA?

Una venganza, probablemente porque no soportan que se les digan las verdades. Hay mucha historia, fui candidata a la Alcaldía de Guayaquil contra Abdalá Bucaram, me ganó él con 3% (en enero de 1984). Ahora viendo para atrás creo que hicieron trampa., éramos bastante ingenuos y no sabíamos esos manejos que se hacen en los tribunales, pero en todo caso fue una campaña durísima donde todo lo que ahora dicen de violencia contra las mujeres, ahí se graduaron conmigo.

9.- ¿Cecilia cree que se cumple el adagio de que mujer no vota por mujer? A pesar de ser mayoría en materia de habitantes no se refleja en los cargos de elección popular

No, porque no es que hay que votar mujer y hombre, así no se vota en una elección, se vota por principios, entonces muchas mujeres pueden creer que representa sus intereses otra persona que no es necesariamente una mujer. Hombre tampoco vota por hombre, votan por quienes creen que van a poder dar soluciones a los problemas de la gobernabilidad en Ecuador.

10.- ¿Pero por qué cree que no ha surgido un perfil femenino que llegue a la Presidencia de la República como en Brasil con Dilma Roussef o Argentina con Cristina Fernández?

Porque no ha habido candidatas, así de fácil, nos han cortado el piso, como le estoy diciendo. La gente debería saber, para empezar en el propio Congreso Nacional. Fíjese que cuando era presidente de la República Rodrigo Borja (1988-1992) yo estaba en el Congreso Nacional. Tenía amigos de Izquierda Democrática (ID) y ellos me fueron a decir que les gustaría que yo fuera la presidenta del Congreso... Siempre hay que buscar armonizar, tú puedes estar en otro bando, pero está el país de por medio y la gobernanza significa la posibilidad de encontrar personas que dialoguen para encontrar soluciones, anteponiendo el interés de la nación al interés particular del puesto de poder. Entonces veían que podía hacer eso por los antecedentes, ya que Borja, cuando mi papá era director del Partido Liberal, él era un joven militante del PL y compartieron juntos campañas electorales, había antecedentes.. ¿Pero qué sucedió? Como yo tenía que conversar con el partido, el propio Fabián Alarcón (que también era diputado del FRA) hizo una reunión, cuando estaba casi todo listo para que yo sea presidenta del Congreso, en el baño de hombres, el único sitio donde yo no podía entrar (finalmente Alarcón asumió el cargo en agosto de 1991).

11.- ¿Por eso usted se perdía de los debates y acuerdos para elegir las autoridades de control?

Probablemente porque allí no podíamos entrar. Otra cosa horrible sucedió con la doctora Susana González, del Partido Social Cristiano (PSC), no se le ha hecho justicia a ella. Fue elegida legítimamente presidenta del Congreso Nacional (en agosto del 2000) y allí se confabularon desde el presidente de la República, que era el doctor (Gustavo) Noboa (2000-2003), y ¿qué hicieron? Las mujeres diputadas decidimos cuidarle el puesto a Susana y dormimos una noche en el suelo, aquí nadie entre, porque nos quitaron la guardia policial y de las Fuerzas Armadas, dejaron así con puertas abiertas el Congreso. Presionaron tanto a Susana que tuvo que dejar ese puesto. Ni siquiera cuentan lo que pasó. Ella era socialcristiana, pero los socialcristianos no querían a una mujer.

12.- Hicieron un frente sin mirar a qué partido pertenecía cada una.

Era legítimo, la ley así lo ordenaba. Fíjese que Xavier Neira (diputado del PSC en ese entonces) después nos puso un juicio ante la Corte Constitucional a todas las mujeres diputadas, de eso nadie se acuerda, creo que ni yo me acuerdo a veces, pero fue hasta chistoso porque ahí estábamos Nina Pacari Vega, Anunziatta, Valdez, todas enjuiciadas...

13.- ¿Y no se logra consolidar un sistema que equilibre la participación femenina?

Se ha ido avanzando poco a poco (tras la ley de cuotas), pero dicen también algunos abogados que hecha la ley, hecha la trampa, entonces a algunos partidos políticos les molestaba la presencia de mujeres, primero porque no tomaban en serio lo que es un partido. A veces es un club de hombres y a dedo buscan las cosas, entonces hacían trampas, ponían un hombre, una mujer, pero a la mujer le ponían de suplente al marido o alguien y le hacían firmar anticipadamente su renuncia. Eso pasaba. O colocaban a una guapa, bonita, popular, pero no es porque era una mujer formada, ni que estaban buscando realmente una solución a través de ella para los problemas de la comunidad. Recuerde que se podía votar entre listas, es decir, yo puedo votar por Cecilia, pero no me gusta la segunda, voto por la cuarta. Y se daban trampas dentro del Consejo Nacional Electoral para sin mover los votos del partido, pero sí mover los votos de quien ganaba dentro de la lista del partido, claro para dejar fuera a las mujeres. Ahora es la primera vez, en América entera están mirando qué va a pasar en Ecuador, porque por primera vez todos los binomios presidenciales están con una mujer.

14.- El problema es cuando por cumplir la paridad se integran binomios con personas no preparadas.

Sabe que yo tenía miedo de que eso pase, pero al ver las declaraciones de las señoras que están de candidatas, estoy muy contenta. Las veo muy comprometidas con lo que dicen, se han preparado y claro que todavía estoy cuestionando que las llamaron a última hora, que no tienen una plataforma y un proceso con ellas, pero tampoco los tienen con los hombres. Si usted ve los candidatos hombres a la Presidencia de la República, ninguno viene de un proceso partidista, entonces, por qué les pedimos a ellas...

15.- ¿Usted está jubilada?

Me jubilé de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, daba clases en la Facultad de Economía, me encantaba dar clases a los más jóvenes y daba Economía Ecuatoriana, un poco de historia y de geografía dentro de lo que es la economía ecuatoriana, para que conozcan nuestra realidad. También di clases de macroeconomía, políticas públicas. Me jubilé hace tres años. Empecé a ser profesora ni bien me gradué de la universidad.

16.- ¿Tiene estudios de cuarto nivel?

Antes nadie te lo pedía, nadie hacía maestrías cuando me gradué de la universidad y más aún nos graduamos de 25 años porque a mi generación Velasco Ibarra nos cerró la universidad un año. A tal punto que me gradué con una barriga de este porte, ya casada, con hijos. Eran otros momentos, ahora las chicas se preparan más y eso es bueno.

17.- ¿Se ha topado con comentarios machistas en la política?

Primero fue durísimo, porque fui la primera mujer que encabezaba una lista al Consejo Provincial, la primera que llegó a ser viceprefecta y en las sesiones estábamos allí en minoría, los del FRA. Éramos dos hombres y yo. Eran unas peleas tremendas y yo discutía. Abdalá Bucaram siempre ha tenido lengua de fuete, de víbora. Este hombre usaba la radio para decir que yo entraba al despacho del prefecto y que salía a las dos horas, sudada y despeinada, nada más decía, suficiente. Gracias a Dios tenía a mis hijos chiquititos que no podían oír la radio. No me iba a rebajar a contestarle, le decía ‘maldición de gallinazo nunca llega el espinazo’. Tengo muchos dichos montuvios porque venimos del sector rural.

18.- ¿Y su esposo qué le decía?

Tengo que decir que siempre me respaldó, que por supuesto él me conoce a mí y sabe que eso era imposible. Y no solamente eso, me hizo cosas peores este señor. Ya podían grabar conversaciones en esa época y podían cambiarte, unían una cosa con otra, editaban las frases, entonces podías decir otra cosa. Un día en la casa no me dejaban que conteste los teléfonos, entonces alzo y digo alzo porque así era el teléfono negro en la sala y uno tenía que alzar, y me oigo a mí misma diciendo cosas, me quedo fría. Mi marido ya sabía que estaba pasando eso, pero me trataban de proteger para que yo no oiga y no me desmorone. Después de eso me llama Carlos Pérez Perasso y el dueño de CRE, Rafael Guerrero. Carlos Pérez me dice: ‘Cecilia, debes tener cuidado con lo que hablas, esto está pasando, me han hecho oír esta cosa y yo que te conozco, sé que eso es imposible’. Lo mismo me dijeron en CRE, entonces ellos pararon porque pretendían que saquen eso en los medios muy acreditados.

19.- Usted fue la única mujer electa diputada en 1986. ¿Es verdad que en ese entonces no había baño en el Congreso para las diputadas?

Veía que había los baños de los diputados y los del público. Los diputados debían tener cierta privacidad, porque en un baño se expone alguien que esté allí. Ya entonces había dos baños de diputados y los baños públicos. Fui a preguntar y yo, porque también tengo que cuidar mi integridad, no solamente los hombres, entonces ahí se quedaron secos, pues tenía razón. Me dieron la llave para que en el primer piso, que no era el piso de la Asamblea, haya un baño donde solo yo tuviera llave, pero eso fue verdad.

20.- ¿Qué piensa del movimiento Me Too?

Creo que levantaron la voz y tenían derecho porque ellas eran mujeres capaces que podían ejercer su profesión, su rol, y eso que estaba pasando era violencia sexual contra ellas. Creo que eso envalentonó a muchas mujeres en otros ámbitos, en la academia, en lo científico, en lo laboral, donde también hay acoso.

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21.- ¿Usted sufrió acoso en algún momento?

Antes no se sabía con este nombre, ahora hay hasta cómo denunciarlo, esto que le cuento que es un tipo de acoso, llamado violencia política. Eso de las redes sociales a mí sí me impactó. Fui candidata a la Prefectura hace cuatro años. Lo hice a sabiendas de que era demasiado difícil, pero me gustaban todos los planteamientos ideológicos del partido que en ese entonces era Juntos Podemos, que venía de una base de centroizquierda, de gente que había militado en ID, sus padres fueron liberales, la tendencia estaba allí. Resulta que me dicen: ‘Ahora hay que estar en las redes sociales’. La primera vez que lo hago, me pongo a leer los comentarios. Decían: ‘Y esta momia viejísima, de dónde sale, momia petrificada’. Me quedé impactada, decía soy una momia, qué vejez. Después dos veces. ¡Ah caray! Y me enseñaron a ver de dónde salen esos mensajes. Y vi que todos venían de quienes estaban en el poder municipal y provincial.

22.- ¿Entonces antes de su participación en 2019 no tenía redes sociales?

No, pero después de eso me encantó Facebook. Nunca he querido entrar al Twitter porque a mí me molesta que las cosas importantes tengas que debatir en cuatro líneas de tantas letras y nada más. Y después que todo el mundo te insulte y nadie debata tu idea.

Gracias por su apoyo

Posted by Cecilia Calderón on Saturday, March 2, 2019

23.- ¿Qué lectura tiene de lo ocurrido en los últimos años en política desde la década del correísmo hasta el mandato actual de Guillermo Lasso?

Veo una democracia totalmente debilitada. Se invocan los principios de la democracia, pero realmente se hace añicos a las instituciones, a los procesos, al debate de ideas y se ha olvidado la participación ciudadana. Pienso que nuestra Constitución (vigente desde el 2008) es excelente, que sí necesita algunos ajustes. Me encanta el trato que se le da a la participación de las mujeres, el tema de derechos, la garantía de derechos, las acciones para reclamar derechos, estoy de acuerdo con los derechos de la naturaleza y el derecho de participación me parecía que era algo excelente. De la democracia de papelitos, representativa, que dabas un cheque a alguien para que te represente, a una democracia participativa, pero esa transición solamente está escrita, no se ha aplicado para nada. Por el contrario, los últimos gobiernos, incluyendo el de (Rafael) Correa (2007-2017), han tratado de manipular ese Consejo de Participación y no ha habido allí gente bien posicionada de lo que eso significa para defender el espacio de los ciudadanos a participar... Está el concepto de desarrollo, uno que tiene que ser sustentable, equitativo e inclusivo. Tenemos cosas lindas declaradas, pero no las ejecutamos. Lo triste es que la gente repite, la culpa es de la Constitución, y no es verdad, los que así dicen ni la han leído. Ahora en un tuit en un segundo leyó cuatro líneas, entonces leer les da pereza. Hemos avanzado en el papel, pero no en los compromisos.

24.- ¿Y del régimen actual de Guillermo Lasso de derecha?

Veo con gran preocupación el deterioro de la naturaleza. Me encantó cuando el actual Gobierno dijo que el Ministerio del Ambiente sería de Ambiente y de Transición Ecológica, pero solo es el nombre, nada más, ni siquiera hay un plan para que todo el parque automotor nacional que debe ser renovado se mueva con energía limpia. Hay la necesidad del quinto puente, de unir el puerto de Guayaquil con el de Posorja. Ello no solamente es para abaratar la transportación de la carga internacional de exportaciones e importaciones, sino para quitarle el peso de la transportación a Guayaquil. Pero se piensa otra vez en carretera de ocho carriles, donde tienes que devastar la naturaleza y nadie ha pensado en un tren, que ocupa menos espacio, que se mueve con energía limpia. Me preocupa que todo el esfuerzo que se hizo con las hidroeléctricas no se lo continúe para la interconexión de las plantas hidroeléctricas y la distribución, para que llegue a nuestras casas... Me preocupa un presidente (Lasso) que llora por los niños desnutridos y no nos dice qué diantres está haciendo, porque lo que tienen que hacer es limpiar los ríos para que vuelvan los peces, cuidar nuestra fauna, cuidar que no se acidifiquen los suelos, todo el ciclo corto nace en tres meses y puede haber comida suficiente para nuestra gente. Estamos como el cangrejo.

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25.- ¿Estas reivindicaciones por la desigualdad de género, que son tan necesarias, también han generado lo que se califica como un cierto extremismo?

Probablemente sí, pues siempre hay extremistas, quisieran vivir en los tiempos de las amazonas, cero hombres. A mí me encanta la cortesía masculina porque esa fue una de las cosas de mi papá a nosotras.

26.- ¿Se ha trastocado la imagen del expresidente Eloy Alfaro (asesinado en enero de 1912)?

La imagen de él está intacta. La usó en algún momento el presidente Rafael Correa y creo que lo hacía de buena fe, porque no sé quién le enseñó o si él mismo lo leyó, lo que significó la revolución y la necesidad de que sea concluida, porque con el asesinato de Alfaro quedó trunca su revolución, pero ya no es el momento del machete ni de armas, sino de las ideas transformadoras. Pero creo que en cierto momento se olvidó de Alfaro porque Alfaro hubiera resuelto las cosas de otra manera. Creo que en estos momentos Correa es como un cuco, como un fantasma que asusta, así lo están usando y él se deja usar, a él le gusta.

27.- No hay propaganda mala, dicen algunos publicistas.

Sí (ríe), porque veo que está muy lejos de regresar como dicen, pero veo en la gente que él formó, hay de primera. Me encanta la prefecta del Guayas (Marcela Aguiñaga), me gusta cómo está reaccionando el alcalde de Guayaquil (Aquiles Alvarez), me encanta la prefecta de Pichincha (Paola Pabón) y el alcalde de Quito (Pabel Muñoz). Muchas de las candidatas a la Vicepresidencia que también trabajaron allí (con el correísmo), las veo bien. No son las ideas las malas, lo malo es esa actitud de estar siempre peleando, el poder obnubila, el poder sin humildad te mata, te hace un tirano, te hace que no puedas discutir, que no puedas tender puentes y creo que ese es el problema. Alfaro tenía una frase que decía: ‘Todo para mi pueblo, nada para mí'. Aquí están pensando yo, mi figura, mi prestigio, mi honra, mi nombre, eso no importa.

28.- ¿Cree que Correa empezó a reivindicar la revolución de Alfaro, pero en el camino se perdió?

Creo que así fue.

29.- ¿Cuál cree que es el principal problema que impide que el país se enrumbe en un desarrollo consolidado?

Educación, creo que todos los países donde yo veo que dicen mira qué pasó con los tigres del Asia, mira China, y todos creen que es el libre comercio lo que los tiene así, pero si profundizas vas a ver que todos tienen como base una revolución educativa. La educación es una herramienta poderosa para la movilidad social. Con la tecnología de ahora no sé qué está esperando el país para llevar la educación a donde está la gente. La educación superior tiene que llegar a la casa de cada bachiller, así viva en el recinto más aislado, a través de las redes, se lo puede hacer. Ya la ley establece que las carreras técnicas también tienen el mismo grado académico, entonces tienen que hacer carreras técnicas según lo que necesitan los que viven en cada uno de sus pueblos.

30.- ¿Hace falta una reforma curricular?

Y tiene que haber otro enfoque de educación, eso que antes enseñaban y siguen enseñando ya está en las redes, lo que tienes que enseñarles es cómo usar ese conocimiento que ya está en las redes, enseñarle a pensar, cómo usar ese conocimiento en favor de la gente. Más énfasis en sacar la creatividad de cada quien, por eso también hay que cuidar a nuestros niños. Los que hablan de seguridad quieren ir como Rambo con metralleta en mano, a todo mundo van a matar, y los que hablan de corrupción también quieren ir metralleta en mano para meterlos a todos en las cárceles, pero no se han dado cuenta de que las víctimas más importantes de esta violencia, tanto de la droga como de la corrupción, son los niños y jóvenes. ¿Quiénes son los muertos que ahora vemos? En su gran mayoría son jóvenes, hasta niños. Es porque están desesperanzados, porque no tienen nada y cuando llegan a la casa no tienen ni siquiera afecto, porque llegan después del colegio una o dos de la tarde, no hay nadie, porque las circunstancias económicas hacen que madre y padre salgan a trabajar fuera del hogar. Regresan seis, siete de la noche cansadísimos. ¿Quién los cuidó en el ínterin? La pandilla, la calle, las malas compañías, pero las escuelas en ese lapso están vacías y en silencio. Allí hay patios, aulas, pues las tardes son para el arte, la cultura, entonces tiene que ser algo completamente distinto. Somos buenos para criticar y no para mirar qué hicieron. Es interesantísimo ver cómo lo logran Taiwán y China.

31.- .- ¿Quién manda en su casa?

Aquí en la casa manda él (su esposo Iván Castro Patiño), yo mando fuera de la casa (ríe). Él decide la comida que quiere comer, yo como de todo, entonces me da lo mismo. La verdad es que también siempre hemos tenido ayudas domésticas excelentes. Al principio de mi vida política, hermanas, tías, todas se volcaron a ayudar. Y ahora ya puedo descansar en esto de las tareas.

32.-¿Sigue la moda al vestirse?

No me preocupa, me gustan las cosas, pero no sigo porque es la moda, sino porque a mí me gusta. Soy de las que cuando era niña, joven y adolescente, la ropa nos hacíamos por figurines con una costurera. Me gusta eso todavía, hay cosas que sí se pueden comprar, pero ya cuando es una cosa como más elegante, prefiero ir a una costurera.

33.- ¿Cuál es su comida favorita?

Todo, me encanta comer, es uno de mis pecados. Dicen que yo no hacía giras políticas, sino giras de comer. Sé lo que cada pueblo es rico aquí en Ecuador. Soy de verde, me encantan los bolones, el tigrillo, el maíz, las humitas, la torta de choclo, las tortillas de yuca. Lo que sí hago yo misma es la fanesca, la hago superrica, la colada morada también me encanta. Cuando alguien vende colada morada, aunque no sea Difuntos, ahí voy yo a comprar. Me encantan los caldos, este es un país de caldos, se tiene para hacer durante dos meses una sopa y un caldo distinto. Eso viene de un dicho antiguo: ‘Atente a huevo y no tomes caldo’, así decía mi abuelita. El caldo, decía, porque ahí está el alimento del hueso que ha hervido, y los cuentos que hay del caldo, que se lo pasaban de familia en familia, y que es el hueso que se robó María Angula. Todo eso tiene una historia que tampoco ha sido difundida. Hay una maravilla de frutas.

34.- ¿Qué hace en su tiempo libre?

Soy amante de las plantas. Tenemos una finca, tanto mi esposo como yo, nuestros ancestros han sido agricultores. Mi abuelita es de Pasaje, en la provincia de El Oro, y los abuelos de Iván son de Machala, capital de El Oro. Eso como que lo llevamos dentro, así que nos compramos una finquita en Cerecita (que es parte del cantón Guayaquil). Allí tenemos cacao, guanábana, aguacates, cocos, mangos, de todo un poco. Y aquí en la casa me gusta sentir como que estoy en una hacienda. Mis grandes adornos son las plantas. Soy orgullosa de una planta de banano enano, lo cosechamos y cuando ya está maduro, como no podemos comernos todo un racimo de una sola, hemos aprendido a hacer pan de guineo, dulce de guineo. Hacemos vinagre de guineo. Eso le ponemos al seco. Por ejemplo, si se hace el de chivo, que es más fuerte esa carne, o de chancho, queda exquisito. Lo que me falta es ver qué químico me quiere hacer los análisis, colocar las etiquetas y comenzar a vender vinagre de guineo, porque la gente no sabe hacer secos. Saben comer, pero no saben hacerlo, va con una tajada de aguacate y maduro.

35.- ¿Qué la hace falta cumplir?

Veo en Europa que la gente mayor sí puede ser candidata. Entonces, hay que seguir tomando moringa, noni, todo lo que dicen, para mantenerme bien y llegar a tratar de optar. Pero lo que más me gustaría ahora, quizás pasada esta elección, es ver la posibilidad de que se junte un grupo de personas para rescatar el espacio de centroizquierda y hacer un verdadero partido. Los débiles deben juntarse y tienen que aprender a tolerarse entre sí, porque a veces somos intolerantes. No todos van a pensar 100 % como yo, pero si ya hay un 40 % por ahí podemos empezar. (I)