“Los publicistas somos como Hanna Montana”, dice Andrea Ávila entre risas, cada vez que le preguntan sobre su profesión. “Un día puedo ser social media manager, otro día marketera, otro directora de arte...”.
La joven cuencana, con tan solo 29 años, suma más de diez premios en el mundo de la publicidad, e incluso forma parte de uno de los rankings más reconocidos mundialmente de jóvenes creativos. Ávila trabaja actualmente como directora de Arte en la agencia de marketing David Miami y ha encontrado la manera de transformar sus ideas en su sustento de vida.
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Ella es la única ecuatoriana que labora en la sucursal americana de esta empresa de publicidad y branding, la cual colabora con reconocidas marcas como Coca-Cola, Corona, Netflix, Sour Patch Kids, Android, entre otras. Aunque no puede revelar muchos detalles sobre futuras campañas (se ganaría una demanda si lo hace), confiesa que su camino ha estado marcado por fuertes cambios y sobre todo resiliencia.
“A mí desde muy chiquita se me metió en la cabeza que quería venir a vivir a Estados Unidos”, asegura Ávila. Pese a que dice que no hay una razón específica, lo asocia a que tiene familiares que viven en el país y que esto la motivó a comenzar a aprender el idioma por sí sola. “Yo me di cuenta de que para lo que sea necesitaba aprender inglés; todo lo que veía, series y películas, trataba de hacerlo en inglés”, reitera.
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Tras graduarse del colegio, Ávila estudió Diseño Gráfico en la Universidad de Cuenca, al mismo tiempo que cursaba Comunicación y Publicidad en la Universidad del Azuay. “No me gustaban las matemáticas para nada, pensé en medicina, pero no quería leer esos libros gigantes; yo me despisto muy rápido, por lo que necesitaba algo creativo”, indica la joven, cuyo padre también es comunicador.
Luego de laborar en varias agencias de publicidad, Andrea trabajó durante dos años en la empresa Colineal, dedicada a la fabricación de muebles. “Mi mentalidad siempre era ‘cuál es el siguiente paso’, ‘cuál es el siguiente nivel’”, relata. Ella asegura que evidenciar cómo se manejaban procesos en una compañía más grande fue lo que la impulsó a establecer una nueva meta: incursionar en mercados internacionales.
El desafío de ‘traducir’ ideas
Aunque tenía el apoyo incondicional de su familia, la azuaya se enfrentó a una nueva realidad cuando llegó a Estados Unidos. “Irme de Ecuador fue muy difícil para mí. Yo allí sentía que tenía un nombre, tenía una reputación, aquí yo era una simple desconocida. Tuve que empezar de cero”, explica.
Gracias a la ayuda de sus padres, Andrea pudo cursar una maestría en Comunicación de Masas en la Florida International University, donde era la única estudiante latina del programa. “Creo que no existen tantas becas para maestría. Había para otras nacionalidades, pero no para ecuatorianos. Yo busqué mucho, un préstamo estudiantil también era complicado, yo aconsejo que no se dejen de lado solo porque no ven una beca a la primera”, comenta.
Uno de los principales desafíos que ha enfrentado es la cultura, pues literalmente tiene que traducir sus ideas durante las reuniones con clientes. “El idioma ha sido y es un obstáculo muy grande. Es traducir lo que dice mi cabeza para que alguien me comprenda y luego para que alguien me entienda en otro idioma”, afirma.
Sin embargo, esta dificultad ha sido compensada por su creatividad, algo que agradece mucho a su país de origen. “El ecuatoriano es muy recursivo y eso nos hace más creativos. Como nos ha tocado más duro, creo que eso nos hace buscar la manera de realizar las cosas”, dice. “Yo estaba muy acostumbrada a que no haya nada de presupuesto. Nos decían que había $ 10 y debíamos armar una campaña con eso”, narra entre risas.
Campañas no solo para vender, sino para ayudar
Aunque ha trabajado con marcas reconocidas, las campañas favoritas de Ávila son las que tienen tintes sociales. Una de ellas se titula The Clots Matter (en español ‘Los coágulos importan’), que busca aportar a la salud femenina a partir de Hey Jane, empresa de salud reproductiva americana.
La propuesta del equipo liderado por Ávila fue crear toallas sanitarias con un bosquejo que ayudaría a mujeres que han tenido un aborto voluntario o involuntario a reconocer posibles complicaciones de salud.
Esto en respuesta a que 39.000 mujeres mueren cada año por esta problemática, de las cuales el 99 % de los casos son prevenibles. “Tuve que hacer mucha investigación sobre salud pública, un día comencé a dibujar en una toalla sanitaria el prototipo y de ahí surgió la idea”, dice la publicista, quien ganó un premio Young Ones por este proyecto.
Otra de sus propuestas también estuvo ligada al área de la salud. The Blink Trigger (en español ‘El disparador de parpadeo’) abordaba la prevención del aumento de la miopía en niños y jóvenes que pasaban mucho tiempo jugando videojuegos.
Para el brief de la multinacional Johnson & Johnson, el equipo de Ávila tuvo la idea de quitar el botón para disparar en el videojuego Call of Duty, con el objetivo de que los usuarios tuvieran que parpadear para poder accionar las armas. Esto le valió un premio de bronce de The One Club.
“Las campañas no son más reconocidas por tener enfoque social, pero yo creo que la publicidad tiene el superpoder de ayudar a la gente, es una herramienta para hacer el bien o el mal”, comenta. Además recalca la importancia de participar en convocatorias de premios, pues la cuencana ya cuenta con un total de quince reconocimientos en la industria.
“Yo no sabía lo importantes que eran los premios hasta que vine acá, donde qué tan buena es una agencia se mide por su cantidad de reconocimientos”, indica la joven, no sin antes agregar: “A cualquier futuro publicista le recomiendo participar en convocatorias, hay algunas que son gratuitas y se puede participar en equipo”.
Además, resalta que durante su carrera ha aprendido que es necesario ser persistente y estar abierto a trabajar en grupo. “Cada evento que había yo estaba ahí, cada agencia, yo estaba ahí. Es esencial ayudar a las personas que puedas porque no sabes quién te puede tender una mano el día de mañana”, añade.
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Finalmente, Ávila remarca que en Ecuador hay mucho potencial en cuanto a creatividad, pero que hace falta creer en la capacidad de sus publicistas. “Siento que no hay suficiente representación. He visto como varias campañas de marcas ecuatorianas las terminan haciendo en Colombia”, dice. “Hay que aprovechar que estamos creciendo en la región en cuanto a premios, así como Argentina, Ecuador cada vez está participando y ganando más concursos, concluye. (I)