El Gobierno de Ecuador decidió entregar armas que considera “chatarra” a Estados Unidos. Esto luego que se acordara con Washington el intercambio por pertrechos estadounidenses valorados en unos $ 200 millones para el combate a las mafias del narcotráfico.

Esto generó una tensión con Rusia. La portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova, advirtió en estos días que esta decisión dañará las relaciones entre Moscú y Quito.

“En el caso de entrega de bienes militares a una tercera parte, Ecuador violará sus compromisos internacionales, y esto conllevará consecuencias negativas para nuestra futura interacción bilateral”, expresó Zajárova.

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De acuerdo a la diplomática, desde Moscú se transmitió a Ecuador su posición “indicando los puntos concretos de los acuerdos y contratos”, vinculados a los suministros militares rusos a Ecuador que violaría Quito de reexportarlos a Estados Unidos.

El analista político César Febres-Cordero señala que esta acción Rusia la ve como una agresión y también como que se están eludiendo obligaciones contractuales. “Generalmente hay en los contratos por venta de armas del país, que tiene que autorizar un tercero. Esto ya pasó. Estados Unidos demoró una autorización a Holanda para que le entreguen aviones americanos a Ucrania. Entonces, eso ha pasado hasta el lado norteamericano”, opina.

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Con la actual situación, según Febres-Cordero, Rusia podría continuar con la presión. “Se está tratando de resolverlo por la vía diplomática. Hay que entender que Rusia no quiere aislarse más económicamente del mundo, es un país fuertemente sancionado, no le conviene ser tan agresivo en estas cuestiones. Creo que falta esperar a ver qué consigue la diplomacia ecuatoriana”, menciona.

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Santiago Pérez, docente de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Técnica Particular de Loja, hace énfasis en el derecho internacional. Afirma que es importante ver en la práctica qué armas son útiles y obsoletas, si serán vendidas o donadas.

Las normativas internacionales, que motivan este concepto como los tratados de control de armas, buscan supervisar y limitar el comercio de armamento para prevenir que caigan en manos indebidas como, por ejemplo, de grupos terroristas o países sujetos a embargos de armas. Estos tratados y regulaciones establecen criterios y procedimientos para la transferencia de armas, incluidas aquellas consideradas como chatarra y esto también tiene la intención de asegurar que se realice de manera responsable”, argumenta Pérez.

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Sin embargo, la decisión de Ecuador, de acuerdo a Pérez, en el marco de un conflicto entre Rusia y Ucrania trae retaliaciones. Algunas de estos altercados son en el plano económico, dice Gabriela Rosas, docente de la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas de la UISEK.

“Nuestras relaciones internacionales se verían afectadas por una variedad de factores porque ya no solo se trata de una disputa diplomática, sino que también ya nos ubica con una posición ideológica clara y en consecuencia tiene que ver con conflictos que nos llevan a otra esfera, que es la comercial”, agrega Rosas.

La experta pone como ejemplo una situación que no es directamente un efecto, pero asegura que coincide como la cancelación rusa a cinco firmas exportadoras de banano y la suspensión de compra de flores. Ambos por asuntos fitosanitarios.

“Ecuador y Rusia, de hecho, siempre han tenido buenas relaciones diplomáticas, que no han sido tan intensas, eso sí”, dice Rosas y añade que Estados Unidos también es un gran aliado, seguido de China y la Unión Europea.

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Por eso, Rosas insiste en que Ecuador, en este tema del armamento, debió mantener una posición neutral: “Es un tema absolutamente irreflexible y que además esto le agregó un gesto hostil en las relaciones internacionales”.

Ecuador es un gran exportador de banano. En 2023 exportó 6,5 millones de toneladas. Rusia es el segundo mercado destino del banano ecuatoriano, con 1,37 millones de toneladas en 2023.

Febres-Cordero considera que no se puede dar marcha atrás con Estados Unidos. “Lamentablemente el daño ya fue hecho, en un momento se pudo haber tratado este tema mejor o exigido a Estados Unidos más de su parte, a cambio de meternos este problema con los rusos. Pero hay que esperar a ver qué más dice Rusia”, sostiene.

Rosas resalta la importancia de reconstruir la confianza con Rusia, lo cual llevará tiempo. “Porque es parte de tener gestos recíprocos y acciones que demuestren realmente un compromiso entre estos países, y por otro lado, yo creería muy necesaria la diplomacia pública”, apunta.

Rosas explica que esta diplomacia pública consiste en cómo gestionar la comunicación, las expectativas que existen sobre la opinión pública, también frente a las posibles sanciones en el área comercial y generar el apoyo interno y externo para la solución de estos conflictos. (I)