Los anfibios se dividen en tres órdenes: anuras (sapos y ranas), caudatas (salamandras y tritones) y un tercero, el menos conocido tanto para el imaginario colectivo como para la ciencia: las cecilias. A simple vista parecen una mezcla entre serpientes y lombrices, pero en realidad se trata de un grupo de anfibios sin patas que se ha adaptado a vivir bajo tierra la mayoría del tiempo.