Durante el año 2022, en Ecuador se generó más de una tonelada de desechos de plásticos no renovables por minuto. Con esa cifra enmarca la crisis del uso de plásticos no renovables en el planeta Cristina García, oficial de bosques y agua del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) en Ecuador.

El uso de plásticos y el reciclaje son los enfoques de la campaña ‘La hora del planeta’, ideada por el WWF en 2007 en Sídney, Australia. Más y más ciudades se fueron sumando a través de los años. La premisa básica es apagar todas las luces por una hora.

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Este año la hora del planeta será el próximo 23 de marzo de 20:30 a 21:30.

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También es posible dedicar horas al planeta en el sitio web de WWF mediante otras actividades, como crear un jardín de polinizadores, ver una película con una temática ambiental, donar a alguna fundación o reciclar, entre otras acciones.

En entrevista con EL UNIVERSO, García detalla el enfoque de la campaña y las otras acciones que pueden realizarse además del acto simbólico de apagar las luces.

¿Cuál es el enfoque de la campaña este año?

Esta vez tenemos como motto ‘Únete a la Minga’. También tenemos una propuesta que se llama Banco de Horas, disponible en el sitio web de WWF, que plantea una serie de actividades para realizar con familia y amigos durante esta hora, como hacer juguetes con plásticos reciclados, hacer bolsas de tela con camisetas que ya no usamos, ver películas con temática ambiental.

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La idea es que no se quede solo en un acto simbólico, que tenga algún otro tipo de repercusión.

Totalmente. Lo simbólico es importante porque es una imagen, ¿no? Apaguemos la luz, que el planeta respire por una hora de tanta demanda energética, de tanta acción que tiene un impacto en la naturaleza. También es importante que esa sea una hora de reflexión, de cómo mi actividad está impactando al planeta, qué puedo hacer para reducir esa huella.

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¿Cómo han enfocado la campaña en Ecuador?

La crisis ambiental es global. El Foro Mundial Económico ya reconoció que es la que más va a afectar a la economía del mundo. Como mencionaste, nos va a impactar a todos y a todas, pero de manera desigual: va a ser diferente por país, los que son islas van a desaparecer, las ciudades costeras también se enfrentarán a grandes desafíos. En nuestro caso Guayaquil va a ser muy afectada.

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También depende de quién será el afectado, si es hombre o mujer. Hay estudios que dicen que las niñas van a ser más afectadas. Se conoce que cuando hay desastres naturales, es muy probable que la familia promueva que la niña se case de manera más breve, evitando el desarrollo de una mujer, el acceso a educación, etc. Entonces las mujeres y las niñas son las más afectadas. Siempre hay que tener una mirada diferenciada para plantear acciones que aborden esta problemática de manera simple y efectiva.

¿En qué sentido se están enfocando en el plástico y el reciclaje?

En este marco este año hemos pensado en abordar la problemática de los plásticos (...). Esos plásticos se transforman en microplásticos. Consumimos más o menos un esfero (pluma) o una tarjeta de crédito por semana. Esos plásticos pequeñitos están en la lluvia, en el ambiente, en nuestros alimentos. Seguro van a tener alguna repercusión en la salud, ya se están haciendo estudios al respecto. Es un material ajeno al cuerpo. La idea de este año es reducir los plásticos de un solo uso. Imagínate que un material que dura millones de años lo usamos a veces por menos de 10 minutos. Promovemos materiales reutilizables.

La segunda es reciclar, conocer a los recicladores locales de nuestros barrios y ciudades, darles el material limpio y seco para que sea un trabajo más digno para ellas, ya que la mayor parte son mujeres. Ellas viven de esto, tienen una economía alrededor del reciclaje que les permite subsistir.

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Esta campaña invita a reflexionar sobre nuestras marcas personales en el medioambiente, pero ¿cómo se involucran Gobiernos y empresas?

Esto no lo podemos trabajar solos, es decir, que no solo es el rol mío como persona, también es una responsabilidad fuerte del Estado, de los gobiernos locales y mucho del sector privado. Siempre la idea de este movimiento, de esta iniciativa, es hacer conscientes a todos, por sectores, que se sumen a esta campaña. Va a haber algunos monumentos que van a apagar sus luces durante estos días (...). Desde la ciudadanía podemos, como consumidores, demandar una responsabilidad efectiva de parte del sector privado, conocer de dónde viene el producto, qué van a hacer con los desechos, pedir que se hagan cargo de residuos. A los Estados también, estar pendientes del compromiso del Gobierno nacional en cuanto a temas de biodiversidad y manejo de los recursos. Es un trabajo conjunto. (I)

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