Cada vez que Edith va al supermercado, en Guayaquil, revisa su factura y mira el 12 % del impuesto al valor agregado (IVA), que a veces le representa $ 3 o $ 6, dependiendo de lo que adquiere. No guarda las facturas porque no declara el impuesto a la renta (IR) debido a que su sueldo no supera los $ 1.000.