Los descubrimientos de nuevas especies en Ecuador se dan con relativa frecuencia, resaltando la biodiversidad del país, pero también la necesidad de proteger los hábitats de estos animales y plantas, algunos de los cuales están amenazados fuertemente por factores como la deforestación y la contaminación.
EL UNIVERSO hizo un constante barrido de publicaciones científicas para resaltar estos descubrimientos durante el 2024. Estas son algunas de las especies que aparecieron en nuestra edición digital, impresa y en redes sociales.
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Nuevo gusano de terciopelo
Científicos de la Universidad San Francisco de Quito y del Instituto Nacional de Biodiversidad (Inabio) descubrieron al primer gusano de terciopelo del género Oroperipatus en más de 70 años. La investigación, publicada en junio pasado, describe a un gusano de cuerpo suave con pequeñas patas en ambos lados del cuerpo que emplea una sustancia pegajosa para depredar a otros animales. Por ahora solo se conoce a la especie de la Estación de Biodiversidad Tiputini, en la provincia de Orellana. Foto de Pedro Peñaherrera.
Milagro en Centinela
Los científicos que describieron a esta especie consideraron que su existencia era un milagro, por lo cual la bautizaron Amalophyllon miraculum. La planta fue descubierta en la cordillera Centinela, en Santo Domingo de los Tsáchilas, cuya flora sobrevive en pequeños fragmentos de bosque ahora rodeados por plantaciones de banano, cacao y café. La zona fue considerada el escenario de una extinción masiva, pero una investigación reciente postula que más especies persisten de las que se pensaba. Foto de John Clark.
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Ratón endémico de las alturas
El ratón andino de los otavalos (Thomasomys otavalo) fue descrito para la ciencia en noviembre pasado. Este es un roedor pequeño que posee una cola más larga que el cuerpo, con una punta blanca y un pelaje oscuro. Fue descubierto en el Área de Protección Hídrica Otavalo Mojanda y se lo conoce de al menos diez localidades en alturas de 2.290 a 3.685 metros sobre el nivel del mar. Su nombre es en honor a los otavalos, pueblo en cuyos territorios fue registrada la especie por primera vez. Foto de Jorge Brito.
Mariposa nativa de la capital
Abigaíl de Pozo, bióloga de la Universidad San Francisco de Quito, visitó la reserva Yanacocha, a 30 kilómetros de la capital, en 2020. Ahí vio a una mariposa cuya apariencia le llamó la atención, y decidió subir la imagen a la plataforma iNaturalist, sitio web donde se pueden subir fotos de flora y fauna. Esta foto hizo que los científicos Jean-Claude Petit y Pierre Boyer viajaran al país a buscar a la mariposa de la foto. Así fue como describieron a la especie Corades Yanacocha en mayo pasado. Foto cortesía de INABIO.
Sapo arlequín en la Amazonía
El descubrimiento de Atelopus colomai se debe a la rectificación de un error taxonómico. Un grupo de científicos se dio cuenta de que un sapo exclusivo de Ecuador estaba siendo erróneamente clasificado como otra especie. Atelopus colomai, descrito en noviembre pasado, en realidad vive solamente en las provincias de Pastaza y Orellana. Los autores del descubrimiento recomendaron clasificar a la especie como en peligro de extinción. Foto de Steven Guevara Salvador.
Pequeña serpiente
El primer ejemplar de Erythrolamprus darwinnunezi fue recolectado en 2009 en el Parque Nacional Llanganates. Ahora, 25 años después, científicos pudieron describirla como una nueva especie y nombrarla en honor al herpetólogo ecuatoriano Darwin Núñez. Esta serpiente usualmente tiene un color oliva con detalles amarillos y rayas negras. Vive a alturas de entre 2.000 y 2.500 metros sobre el nivel del mar en las laderas amazónicas de los Andes, en Tungurahua y Pastaza. Prefiere cazar en el día. Foto: Omar Torres/Bioweb.
Dos nuevos árboles únicos
El investigador Walter Palacios describió en febrero pasado a dos nuevas especies de árboles: Protium rugosum para Imbabura y Pichincha, y Pradosia aureae para Loja. Ambas son endémicas y están amenazadas por la alta deforestación registrada en las zonas donde se las ha registrado. Protium rugosum florece entre mayo y junio y da frutos entre noviembre y diciembre de cada año, mientras que los frutos de Pradosia aureae son comestibles. Esta última especie alcanza los 20 metros de alto. Foto de Walter Palacios.
Curiosa planta atrae colibríes
La reserva Mashpi Lodge, ubicada en el Chocó Andino en Pichincha, anunció en noviembre pasado el descubrimiento de una nueva especie de planta en su territorio. Es parte del género Drymonia, que contando con esta planta ahora suma 39 especies presentes en Ecuador. Las hojas ovaladas y el tallo de Drymonia tomentosa, de la nueva especie, están cubiertos con un denso vello, y su flor parece estar adaptada para atraer colibríes y evitar que abejas consuman su polen. Foto tomada del estudio de John Clark y Laura Clavijo.
Ranas de cristal en los Andes
Las ranas de cristal tienen una característica fascinante: la piel del vientre es transparente, revelando sus órganos. Dos nuevas especies de este tipo, llamadas Centrolene elisae y Centrolene marcoreyesi, fueron descubiertas por científicos en distintas zonas de la cordillera de los Andes. El estudio, publicado en agosto pasado, detalla que la primera especie ocurre en Tungurahua y la segunda en Zamora Chinchipe. También recomienda que se las considere en peligro de extinción. Foto cortesía de Inabio.
Planta endémica de Pichincha
Bomarea quitensis fue descubierta en un bosque andino cercano a Quito y en consecuencia fue nombrada en honor a la ciudad. Es una planta trepadora que alcanza los 8 metros de largo. Sus extremos tienen flores que usualmente son polinizadas por colibríes. Está amenazada por actividades mineras y el avance de la frontera agrícola en la zona, según el estudio publicado en mayo pasado que describió su descubrimiento. Foto tomada de la revista científica Phytotaxa. (I)