Sí, la industria y la sostenibilidad pueden caminar de la mano. Desde la pesca responsable hasta alianzas científicas y una cultura basada en equidad y transparencia, Nirsa –una de las empresas líderes del Ecuador en productos del océano– demuestra que las buenas prácticas no solo son viables, sino estratégicas para el futuro de las industrias que trabajan con recursos provenientes del mar.
Desde el Departamento de Asuntos Corporativos de la compañía, su vocería oficial manifiesta que los desafíos ambientales y sociales han sido una oportunidad para transformar la visión empresarial de esta firma ecuatoriana establecida en 1957.
El área destaca a la consolidación de una estrategia de sostenibilidad basada en criterios ESG (ambiental, social y gobernanza), como uno de sus hitos más relevantes, que le permite acompañar y monitorear la gestión de los diferentes departamentos de la empresa, promoviendo prácticas responsables que conectan directamente con la protección de los recursos naturales.
Nirsa destaca la implementación de buenas prácticas en su cadena de producción en alianza con la Fundación Tunacons, un trabajo que les permitió obtener la certificación MSC (Marine Stewardship Council), uno de los estándares internacionales más exigentes de pesca sostenible.
Según la vocería de la compañía, este paso refleja un compromiso real por mantener poblaciones de peces saludables y minimizar el impacto sobre la biodiversidad marina. Sin embargo, aún existen desafíos urgentes. Entre ellos, la empresa destaca la necesidad de fortalecer el control de la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, una de las amenazas más serias para el océano a nivel global.
En este sentido, la empresa refiere que el sector industrial tiene la oportunidad de contribuir directamente al cuidado de los ecosistemas con la investigación científica marina, especialmente a través de alianzas con la academia y organizaciones que fomenten la generación de datos y análisis técnicos que permitan tomar decisiones más informadas y avanzar hacia prácticas cada vez más responsables.
Acciones para inspirar cambios reales
La protección de los océanos también requiere el compromiso de las nuevas generaciones. La firma ecuatoriana destaca que todo empieza por pequeñas acciones cotidianas: gestionar correctamente los desechos, reciclar y promover la educación ambiental en todo ámbito. En el área profesional, cada persona tiene la capacidad de influir en su entorno laboral e impulsar prácticas sostenibles dentro de su organización.
El rol de Ecuador en la conservación de los océanos se analizará en el Foro Azul
Nirsa pone como ejemplo de acciones concretas a la carrera Ocean Run, una iniciativa que busca sensibilizar a la comunidad sobre la importancia del reciclaje y recaudar fondos para proyectos ambientales que se desarrollan en Ecuador.
A nivel social, esta empresa también impulsa iniciativas vinculadas con educación, nutrición, salud y desarrollo profesional, tanto para sus trabajadores como para habitantes de comunidades aledañas, en cooperación con diferentes instituciones. Estos esfuerzos muestran, según su vocería, que “cuando la empresa trabaja con propósito, se generan cambios reales en la vida de las personas y en la protección de los recursos naturales”.
Para los siguientes años, los pilares de Nirsa se mantendrán firmes, dice la vocería. La empresa seguirá fortaleciendo su estrategia ESG, promoviendo valores de gobernanza como la responsabilidad, la honestidad y el respeto, profundizará sus esfuerzos ambientales para preservar los océanos e impulsará proyectos sociales relacionados con educación, nutrición y la lucha contra la desnutrición crónica infantil.
La compañía considera que la innovación y el trabajo conjunto con otros actores serán esenciales para “asegurar un futuro sostenible para el océano y la industria alimentaria del Ecuador”.
En el marco del Foro Azul, organizado por EL UNIVERSO y que se realizará el 27 de noviembre, a las 10:00, en CinemaMalecón, el mensaje de la compañía es claro: la sostenibilidad no es una opción futura, sino una responsabilidad inmediata que requiere acción, coherencia y colaboración. Solo así será posible proteger los océanos y garantizar que sigan siendo fuente de vida y desarrollo para las próximas generaciones. (I)























