Una operación reservada, dirigida a unos pocos ‘socios’ en su inicio, alejada de la luz pública, pero que inevitablemente luego atrae a miles de clientes, entre ellos policías, militares, civiles, comerciantes, empresarios, trabajadores, profesionales, a todo aquel que confíe su dinero a un mecenas criollo que promete pagarles altos intereses en poco tiempo. Así es el esquema de captación ilegal de dinero, fuera del sistema financiero, que empieza bien para sus usuarios, hasta que todo se derrumba.