Moradores de San Roque, en el centro histórico de Quito, levantaron la voz para denunciar múltiples casos de inseguridad que se registran durante el día y la noche a la salida del túnel que conduce al casco colonial de la ciudad.
Ellos aseguran que una nueva modalidad de robo se está perpetrando.
Delincuentes utilizan obstáculos, como madera, piedras, incluso piezas de hormigón o conos que los mismos agentes de tránsito ubican en las vías, para que los carros se detengan y, en grupos de tres personas, puedan asaltar a quienes se encuentran en el interior de los vehículos.
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Recientemente, varios ciudadanos denunciaron que un bus de transporte público fue asaltado en el último recorrido de la cooperativa por la zona. Cuatro individuos se subieron para sustraer las pertenencias de los usuarios mediante el uso de armas blancas y amedrentamiento.
Este fue uno de los casos más relevantes, en medio de una serie de eventos que se han suscitado en uno de los sectores considerados más conflictivos de la capital. Las personas que habitan San Roque aseguran que tienen miedo de caminar por las calles, incluso en las mañanas.
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Además, piden al Municipio de Quito y al Gobierno nacional que se intensifiquen los operativos, sobre todo en la noche, para intentar retirar a las personas en situación de calle, quienes serían consumidoras activas de droga y presuntas involucradas en la serie de hechos delincuenciales. (I)
