Daniela, una docente de 38 años, enfrenta una lucha contra el tiempo. Tras años de malestar sin un diagnóstico claro, finalmente descubrió que padece el síndrome de Wilkie, una condición congénita extremadamente rara que afecta su sistema digestivo. Esta afección, que afecta entre el 0,013% y 0,3% de la población mundial, ha deteriorado su salud hasta el punto de hacer imprescindible una cirugía urgente.