Un paciente menor edad requirió atención especializada en un hospital en Quito luego de haber sido vacunado contra la poliomielitis, sarampión y rubeola dentro de la campaña que lleva adelante el Ministerio de Salud Pública (MSP) contra esas enfermedades.
La vacunación, que está dirigida a niños de 1 a 12 años de edad, empezó el pasado 2 de mayo y va hasta el 9 de julio.
Según esa cartera de Estado, el menor de edad, del cual no se precisó la edad ni la fecha de su vacuna, recibió la dosis en un establecimiento educativo en Pichincha, en el que además se vacunaron 4.119 niños.
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El MSP explicó que a las reacciones clínicas después de la inmunización se las denomina Esavi (Eventos Supuestamente Atribuibles a la Vacunación e Inmunización).
“Los Esavi graves por el tipo de vacuna, de acuerdo al fabricante, se podrían presentar en una tasa de un caso por cada millón de dosis aplicadas”, mencionó en un comunicado.
Además pueden ocurrir algunas reacciones adversas y estas en su mayoría son leves, autolimitadas y que no requieren tratamiento.
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Francisco Pérez, subsecretario nacional de vigilancia del MSP, este martes, indicó -en una rueda de prensa- que fue un niño de 12 años quien presentó un tipo de convulsiones unos 40 minutos después de que se le aplicó la vacuna y fue traslado al hospital Baca Ortiz.
Pérez expresó que el niño está en óptimas condiciones y volverá a la escuela en los próximos días.
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El funcionario agregó que se ha reportado en unos 100 niños a nivel nacional alguna sintomatología relacionada con la vacuna, debido a que se hace un seguimiento de vigilancia para ver si se presenta alguna novedad.
Señaló que además se hace una validación de la información de los lotes de las vacunas con la Agencia de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) y con otros países que han usado la misma vacuna para determinar si se producen eventos asociados a su utilización.
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Fernando Aguinaga, médico pediatra, indicó que las reacciones que se podrían presentar con esa vacunación son iguales que con cualquier otra, es decir, fiebre, dolor en el lugar de la inyección, enrojecimiento, y en casos raros la de la poliomielitis -que viene a veces junto a la de la difteria y el tétanos- podría producir alzas térmicas o fiebres muy altas que podrían generar convulsiones.
La recomendación para los padres de familia, dijo el especialista, es que a los niños les den analgésicos previa conversación con el médico de cabecera, compresas frías.
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Acerca de los Esavi, Aguinaga refirió que algunas personas podrían tener alergias a algún medicamento o reacciones indeseables, por lo que si un niño está enfermo o presenta fiebre o no está en condiciones adecuadas no es lo ideal vacunarlo.
En lo que va de la campaña, indicó el Gobierno, se ha vacunado a 2′192.660 niños. La meta es vacunar a 3,7 millones de menores de edad. (I)
