Desde el próximo lunes, 31 de marzo, los nuevos trolebuses eléctricos empezarán a circular por las calles de Quito. Previo al inicio de su funcionamiento se realizan pruebas técnicas y mecánicas, informó la Empresa de Transporte de Pasajeros, una dependencia del Municipio capitalino.
En los troles hay pantallas internas informativas, sistema de ventilación, cargadores USB, señalética sobre espacios inclusivos. Cada unidad tiene 20 cámaras de seguridad internas y externas.
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Según esa dependencia local con su funcionamiento habrá una reducción en la huella de carbono al evitar 8.700 toneladas de Co2 al año, equivalente a sembrar 400.000 árboles por año, además disminuyen un 50 % la contaminación auditiva tanto dentro como fuera del vehículo.
Desde el pasado sábado, previo al inicio de operaciones de la nueva flota, las unidades son sometidas a la denominada marcha blanca que consiste en recorridos simulados por paradas y estaciones para evaluar su desempeño en condiciones reales, pero sin pasajeros. Esa fase culminará el 29 de marzo.
Los nuevos trolebuses reemplazarán a los antiguos que empezaron su operación el 17 de diciembre de 1995, en la alcaldía de Jamil Mahuad.
El primer día, según el Municipio de Quito, la operación comprendía el tramo entre El Recreo y la calle Esmeraldas, en el centro histórico para transportar un promedio de 50.000 usuarios diarios. Actualmente, unos 170.000 pasajeros diarios utilizan el trolebús y su alimentadores, es decir, buses que traen a pasajeros a estaciones para que puedan embarcarse.
La entidad encargada de administrar este sistema fue la Unidad Descentralizada para Gestión y Operación del Trolebús hasta la creación de la Empresa Pública Metropolitana de Transporte de Pasajeros de Quito (EPMTPQ), el 13 de julio de 2010, que hoy administra los principales corredores viales de la ciudad: Trolebús y Ecovía.
El pasaje en 1995 costaba 600 sucres, mientras que adultos mayores, niños y estudiantes pagaban la mitad. En mayo de 2018, la estación La Y fue reemplazada por la estación El Labrador, en el norte, donde actualmente también se conecta el Metro de Quito.
La inversión para la nueva flota fue de $ 32 millones. Se fabricaron en China. Los prototipos iniciaron su fabricación en agosto de 2024.
Tienen dos secciones con una dimensión de 18,42 m² de largo, una capacidad de 160 pasajeros, 32 asientos, más un espacio para sillas de ruedas y una autonomía de 70 kilómetros de batería, tres puertas por cada lado.
El diseño está adaptado a Quito, pues superarán las pendientes de la ciudad. La velocidad máxima que alcanzará cada unidad es de 70 km/hora.
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Cuentan con una batería de tracción para respaldo en caso de operación de emergencia. El diseño de la señalética interna se ha definido con carácter inclusivo y con enfoque de género. Posee pantallas internas y ruteros para información al usuario y dispondrá de botón de pánico, entre otras características.
Además recuperarán parte de la energía al frenar, lo que los convierte en una inversión sostenible a largo plazo. La vida útil es de 25 años.
El inicio de operaciones se ha visto envuelto en una controversia pues, según el alcalde Pabel Muñoz, hay retención de 14 de las 60 unidades de ese sistema de transporte municipal en el Servicio Nacional de Aduana del Ecuador (Senae). Por ello, el servicio iniciará con 46 nuevas unidades.
La nueva flota ha pasado la respectiva revisión técnica vehicular además de que han sido matriculados y tener la póliza de seguro. (I)
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