El Municipio de Quito implementaría la denominada tercera placa en enero del 2025.
La aplicación de esa iniciativa se ha postergado por alrededor de cuatro años durante las administraciones municipales de Jorge Yunda, Santiago Guarderas y se empezaría a usarla un año y medio después del inicio de la actual alcaldía, encabezada por Pabel Muñoz.
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La tercera placa funcionaría como un adhesivo de identificación vehicular. Se colocaría como un tag o una etiqueta para pasar por autopistas, y se instalaría en el parabrisas lo que permite que pueda ser leído mediante una antena o un receptor.
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Contendría el número de placa y el tipo de vehículo. Sería una especie de adhesivo sin contacto y a través de teléfonos celulares, por ejemplo.
Uno de los usos sería el de control de los carriles exclusivos del transporte municipal y, por ejemplo, si se verifica que pasan automóviles privados se aplicaría la respectiva multa, con lo que no se requeriría de personal destinado para el efecto.
Con ello, se reduciría la subjetividad de los agentes civiles de tránsito en controles como el de la restricción vehicular pico y placa.
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La colocación del adhesivo sería progresiva dentro de la revisión técnica vehicular.
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El alcalde de Quito, Pabel Muñoz, señaló que se lo va a aplicar desde el primero de enero del próximo año, pero los detalles se darán a conocer a mediados o finales de este mes cuando se haga un anuncio de todas las medidas vinculadas a la movilidad.
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Entre algunas particularidades, el funcionario indicó que cuando se matricula el vehículo y se lo lleva a la revisión técnica vehicular se coloca un adhesivo y la idea es que contenga un chip para tomar decisiones en materia de tránsito.
A modo de ejemplo, expresó que si se quisiera aplicar un pico y placa pagado se lo haría con un pago para una habilitación en un aplicativo, que será registrado y podrá ser confirmado por un lector de chip que lo usará un agente metropolitano. Con ello se podría circular sin problemas.
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En caso de que se instalen portales de cobros de peajes, por ejemplo, en una concesión en la Ruta Viva, permitirá que no haya casetas sino cobros automáticos.
Agregó que también servirá para temas de seguridad porque la placa registrada debe coincidir con la que está en el chip. Así, en el caso del robo de un vehículo y modificaciones de la placa cuando se salga de la ciudad y si se instalan portales de lectura, se generarían alertas por falta de consistencia en la identificación del automotor. (I)
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