Decenas de globos de color blanco y amarillo fueron lanzados al cielo en un evento realizado este sábado, 31 de agosto, por la fundación Jóvenes contra el Cáncer. Es una actividad que se efectúa desde hace 17 años.
El color blanco es un mensaje dirigido a quienes fallecieron por esa enfermedad, mientras que el amarillo es la esperanza de vida para quienes batallan contra ese mal.
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En un parque, en el norte de Quito, se colocaron sillas y carpas para alrededor de 100 personas que formaron parte del evento.
Al mediodía se unieron en un círculo y soltaron los globos. En cada uno de ellos había un mensaje escrito. Uno de ellos fue: “Cuídame desde el cielo”.
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Gustavo Dávila, director de esa fundación que organiza el evento, señaló que se busca sensibilizar a las autoridades.
Indicó que se necesita que el sistema de salud mejore, en referencia a que los turnos sean más ágiles y rápidos, que los aparatos médicos sean reparados y visibilizar a los miles de personas que mueren con cáncer.
Sostuvo que hay casos de esa enfermedad que pueden ser prevenibles mediante diagnósticos anticipados. Además que los pacientes deben recibir tratamientos oportunos; no ofrecimientos, sino realidades.
Pidió adicionalmente que haya pagos oportunos a psicólogos y trabajadores sociales que prestan servicios en fundaciones a través del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES).
Expresó que se han juntado quienes perdieron a sus seres queridos y aquellos que dan lucha al cáncer para sensibilizar a las autoridades.
El origen del evento llamado “Notas al cielo” fue el fallecimiento de un hijo de Dávila hace 18 años. Adujo que es una forma de comunicarse con él y decirle lo mucho que lo extraña, lo quiere, y que le dé fuerzas para seguir ayudando a más personas.
Un año después de la partida de su hijo empezó a organizarlo a manera de recuerdo.
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Maritza Villagómez estaba junto con su hijo Rodrigo, de 14 años, quien padece cáncer. Llevaba en las manos un globo amarillo. Ella señaló que él le da el ejemplo para seguir luchando cada día.
Pidió al Gobierno que entregue la medicina, porque cuando no hay en el sector público o en prestadores externos de salud tienen que ir a comprar afuera de los hospitales donde reciben tratamientos y es caro.
Ana, con un globo blanco, recordó a su madre, quien falleció con cáncer hace cuatro años, pero sostuvo que a pesar del tiempo transcurrido no superaba su pérdida y ahora la llamó su “ángel de la guarda”.
Es el segundo año en que participan en el acto, en el que pidió además que todos los tratamientos se cumplan a cabalidad, pues los costos son altos.
Ella se ve también como una persona que al haber pasado por ese tipo de adversidades puede servir de aliento para motivar.
Se entregaron también útiles escolares a personas de escasos recursos económicos. La gente que asistió es de la provincia de Pichincha y habrá eventos similares en Ibarra, Ambato y otras ciudades. (I)