Una nueva Navidad se aproxima este 2025. En el conocido “corre, corre diario”, como le dicen los quiteños a la compra de los productos gastronómicos para la cena de Nochebuena, así como a los detalles y regalos para los esperados “amigos secretos”, un juego tradicional en todo el país, la ciudad entra en una dinámica especial.
Siempre existe una pausa social para identificar, pasear, sacarse una foto o compartir en familia en las zonas donde el Municipio de Quito ha colocado cerca de 200 adornos navideños, entre campanas, muérdagos, árboles, arcos y los famosos pesebres iluminados con las imágenes de José, María y el niño Jesús.
Entre los puntos más concurridos está El Panecillo. Allí se levantó el nacimiento gigante, elaborado con pura iluminación led, bombillos de gran tamaño y otros artículos que representan la Navidad.
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Una vez frente a la Virgen, más de uno intenta capturar una postal imborrable, aunque el principal inconveniente está en llegar hasta la cima.
La fuerte congestión vehicular, los carros mal parqueados y algunas citaciones se registraron este domingo 21 de diciembre, debido a que varias personas buscaban arribar en su vehículo particular, pese a que todos los espacios y estacionamientos habilitados estaban ocupados.
Para ello, el cabildo de la ciudad había recomendado acercarse en transporte público y realizar una caminata exigente desde la calle Agoyán o la General Melchor Aymerich, como rutas de acceso a los atractivos.
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Hombres, mujeres, niños e incluso adultos mayores se aventuraron en esta travesía para poder llegar. “Siempre será un gran plan asistir a este tipo de atracciones con la familia. Creo que es parte de la Navidad y es una tradición que llevamos muy presente. Es respetar un legado que mi esposa nos dejó cuando falleció”, detalló Miguel Miranda, adulto de 60 años que no dejó que la distancia le impidiera tomarse una foto junto a su hija, sus dos nietos y su yerno.
Luces y movimiento en el norte de Quito
Más hacia el centro-norte, el bulevar de las Naciones Unidas y la avenida de los Shyris se convirtieron en otro de los puntos más visitados. Allí se colgaron bombillos gigantes, mientras que el arbolado y los puentes peatonales sostienen cascadas de luces que iluminan el sector desde las 18:00.
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La gente caminaba, algunos tomados de la mano con sus parejas; otros, en familia, con niños que corrían por la acera y se detenían a observar el juego de luces que se encienden y apagan de forma intermitente.
Jorge Raura y Elena Álvarez, una pareja de esposos, recorrieron el hipercentro de la capital desde el Centro Comercial Iñaquito (CCI), mientras compartían unos pristiños con miel servidos en un plato blanco. Ambos relataron sus expectativas frente a este tipo de espectáculos.
“De cierto modo ayuda incluso a la inseguridad. A cierta hora este sector suele estar desolado, pero en estas épocas, con las luces, la gente sale y entre todos se respaldan”, mencionó Jorge.
Por su parte, Elena expresó: “Qué hermoso es caminar por Quito en estas fechas. Uno se relaja al observar las luces y disfruta de lo que se vende: los detalles, la gastronomía. Es realmente espectacular”.
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En el sector de la Shyris, donde antes funcionaba la antigua tribuna, la fuente de agua y los parantes que visten el bulevar se tiñeron con luces verdes y adornos navideños de distintos tamaños y colores.
Espacios renovados y crítica ciudadana en el sur
Asimismo, el parque Bicentenario es otro de los lugares que ha recibido una gran afluencia de personas este año, debido a las exhibiciones y conciertos realizados en sus explanadas. Bajo la temática navideña, algunas de sus plazas se decoraron con bastones de colores y pequeños árboles de Navidad.
En este espacio, el ingreso se permite pasadas las 18:00, pese a que en horarios habituales el parque funciona hasta las 19:00. Por la temporada, el horario de visita fue extendido, especialmente en los alrededores del centro de exposiciones.
“Creo que le ha faltado más decoración. Sí existen varios arbolitos y bastones, pero en un parque tan grande deberían haber hecho algo más vistoso”, señaló Pedro Arízaga, morador de la zona que acudió junto a su madre e hija para conocer la propuesta navideña.
Uno de los espacios recientemente renovados es el parque Carollo, en el sur de Quito, donde decenas de personas llegaron para jugar y recorrer el lugar bajo la luz de la Luna, rodeados de bastones, árboles y estructuras completamente iluminadas.
Mariana Palacios, moradora de Quitumbe, comentó que las caminatas nocturnas durante la Navidad son parte de una tradición personal. “Me encanta salir, sobre todo por la noche, porque se ven cosas bellísimas. Tal vez ha faltado un poco más, pero incluso es un momento de esparcimiento conmigo misma, luego de la rutina”, afirmó.
Finalmente, en el parque Las Cuadras y el parque Lineal Velasco Ibarra, ambos ubicados en el sur de la capital, también se exhiben decoraciones similares, las cuales estarán habilitadas para el público hasta el 6 de enero de 2026, en un horario que va desde las 18:00 hasta las 06:00. (I)
