Al menos cuatro retos ha definido la administración zonal del Chocó Andino, que pertenece al Municipio de Quito, con la particularidad de que está ubicado en una de las reservas de biósfera.
En abril pasado fue inaugurada. Está ubicada en el parque de Nanegalito, en el noroccidente de la provincia de Pichincha.
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Cómo es el Chocó Andino, la zona que está en medio de una consulta popular sobre minería
Según el Municipio capitalino, facilitará trámites y procesos administrativos y habrá énfasis en el apoyo y fomento del emprendimiento.
Walter Bustos, administrador zonal, sostuvo que algunos de los retos tienen que ver con sus particularidades, dado que es una respuesta a elementos como la consulta popular —cumple un año— que negó las actividades de minería metálica, una propuesta de conservación, nuevas economías y la atención a la población.
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Destacó además la creación de un Fondo de Desarrollo Rural y un Plan de Desarrollo y Ordenamiento Territorial.
El funcionario indicó que ya están atendiendo a la ciudadanía; sin embargo, es un proceso que toma un tiempo, pues en marcha está una transición desde la administración La Delicia, ya que a su cargo tenía las parroquias de Nono, Calacalí, Pacto, Gualea, Nanegal y Nanegalito.
Hasta el domingo 7 de abril, había nueve administraciones zonales en el Distrito Metropolitano de Quito: Calderón, Eloy Alfaro, Eugenio Espejo, Los Chillos, La Delicia, Manuela Sáenz, Quitumbe, Tumbaco, Turística La Mariscal.
¿De qué se trata la consulta popular del Chocó Andino?
A finales de octubre del año pasado, el cabildo había hecho el anuncio de la creación de la décima, la del Chocó Andino, y de que empezaría a funcionar en diciembre, pero se concretó cuatro meses después.
A 45 minutos de Quito, en el noroccidente de la provincia de Pichincha está la reserva de biósfera del Chocó Andino, que en 2018 fue reconocida por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés) como una zona de conservación y desarrollo sostenible.
La nueva administración, a decir del cabildo, facilitará trámites y procesos administrativos de más de 19.000 habitantes en una extensión de 124.296 hectáreas.
Su creación se da después de que la zona fue parte de una consulta popular sobre la explotación de minería metálica. Se preguntó a la ciudadanía si estaba o no de acuerdo con prohibir la minería metálica a gran escala, mediana escala, pequeña escala y artesanal en el Chocó Andino de Quito.
Esto, en seis parroquias del noroccidente: Nono, Nanegal, Nanegalito, Pacto, Gualea y Calacalí.
En esa transición administrativa, reveló Bustos, hay presupuestos, programas, elementos técnicos y logísticos que requieren un tiempo para adecuarlos.
Para el funcionamiento de la nueva administración zonal, algunos funcionarios de la administración La Delicia han pasado a la del Chocó, pero también ha habido procesos de contratación de personal en las áreas de espacio público, catastros, ambiente, desarrollo social y económico, participación ciudadana, expresó.
Estimó en total alrededor de 50 personas entre apoyo, aseo, administrativo y planificación que formarían parte de esa administración local.
Bustos indicó que no ha habido acercamientos con el Gobierno central acerca del tema de la consulta popular. Entre sus retos está el control del uso del suelo, evitar invasiones o construcciones desordenadas, atender a poblaciones con servicios básicos, como agua y saneamiento, pero adaptados al territorio.
Además, apoyar emprendimientos como el café, para que las personas puedan trabajar en función de una actividad productiva que sea rentable.
Municipio de Quito suma nueva administración zonal, la del Chocó Andino, en el parque de Nanegalito
También seguir respaldando otras líneas productivas, como el palmito, panela, frutas exóticas y lácteos.
El Chocó Andino tiene un Fondo de Desarrollo Rural de $ 15 millones para atender a la ruralidad. Sostuvo que se hace un acompañamiento, pero en la transición administrativa, está en manos de la administración La Delicia evitar que haya demoras en la entrega de presupuestos.
Se la maneja, indicó, con las juntas parroquiales de la ruralidad para su fortalecimiento en turismo, obra pública, vialidad, aspectos sociales y proyectos de tecnología. (I)