Las altas temperaturas que se registran en Guayaquil y otras ciudades de la Costa ecuatoriana durante los últimos días responden a un patrón atmosférico inusual que limita la formación de nubes y reduce las lluvias, pese a que regularmente esta época del año marca el inicio paulatino de la temporada invernal en el país.
Así lo explicó Miguel González, analista de pronósticos y alertas hidrometeorológicas del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi).
Según González, durante diciembre, el Inamhi ha identificado una circulación anómala de vientos en niveles medios de la atmósfera. Este patrón proviene del océano Pacífico desde el oeste del territorio nacional y presenta características secas que impiden el desarrollo normal de nubosidad, habitual para esta época del año.
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“Este comportamiento atmosférico afecta directamente a las precipitaciones. Al no formarse nubes, las lluvias disminuyen o se presentan de manera aislada, incluso cuando Ecuador ya transita por el inicio de la temporada invernal, que suele comenzar en diciembre, especialmente en la región Litoral”, explicó.
La ausencia de nubosidad también incide en el aumento de las temperaturas diurnas. González explicó que las nubes funcionan como una barrera natural que limita el ingreso de radiación solar. Cuando el cielo permanece despejado, la radiación ultravioleta ingresa con mayor intensidad, lo que aumenta el calentamiento durante la mañana y la tarde.
Este fenómeno provoca que las temperaturas máximas se eleven por encima de los promedios habituales del mes. En Guayaquil, por ejemplo, los registros recientes muestran valores que oscilan entre los 30 y 35 grados centígrados (°C). El 26 de diciembre se alcanzó una temperatura máxima de 34,4 °C, la más alta del mes, de acuerdo con datos del Inamhi.
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Otras ciudades de la Costa también reportan valores elevados. En Manta, el 24 de diciembre se registró una temperatura máxima de 31,6 °C. En Salinas, los termómetros marcaron hasta 29,5 °C, mientras que en Santa Rosa, provincia de El Oro, se alcanzaron los 33,5 °C. Estos valores representan desviaciones respecto al promedio mensual.
Además del calor diurno, la falta de nubosidad genera un efecto contrario durante la noche y la madrugada. González señaló que, sin nubes, el calor acumulado durante el día se disipa con mayor rapidez, lo que permite descensos de temperatura en horas nocturnas.
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En cuanto a la radiación ultravioleta, el especialista indicó que en la región Sierra, por su mayor altitud, se registran con frecuencia índices extremadamente altos. En la Costa y la Amazonía estos niveles suelen ser menores, aunque ciudades como Guayaquil pueden alcanzar picos extremos en determinados momentos del día.
Durante este periodo, el Inamhi ha observado episodios puntuales de radiación ultravioleta extremadamente alta en la Costa.
González precisó que estos valores no constituyen una situación extraordinaria ni de alarma, ya que suelen presentarse de manera regular en ciertas horas, aunque contribuyen al incremento de las temperaturas superficiales.
Si bien este patrón afecta principalmente a la Costa, también ha tenido repercusiones en la Sierra. En esta región se registran precipitaciones por debajo de lo esperado para la temporada invernal en curso.
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No obstante, González subrayó que este comportamiento no define el desarrollo completo del invierno en Ecuador.
Temperaturas diurnas subirán hasta 33°C este viernes: Inamhi advierte sobre altos índices UV
El analista del Inamhi manifestó que es un fenómeno estacionario y temporal.
“La atmósfera es altamente dinámica y puede presentar eventos que alteran los patrones históricos de lluvia y temperatura. Aunque este tipo de circulación seca no resulta común, tampoco representa una anomalía permanente”, agregó.
De acuerdo con los monitoreos más recientes, existen señales de que las precipitaciones podrían comenzar a presentarse de forma más frecuente en las próximas semanas, afirma Gonzáles. El Inamhi observa condiciones favorables para lluvias de intensidad moderada a alta, especialmente en la región Amazónica y en zonas de estribación de la cordillera.
Esto implica que aunque las lluvias no se registren de manera generalizada, sí pueden presentarse de forma intermitente y localizada.
Sobre la duración del fenómeno, el especialista señaló que no es posible establecer un plazo exacto. Sin embargo, las proyecciones indican que durante el próximo mes las condiciones secas podrían disiparse gradualmente, permitiendo el retorno de patrones más acordes con la temporada lluviosa. (I)
