Tras el anuncio de la asignación de $ 100 millones para atención prioritaria en salud, realizado por el gobierno de Daniel Noboa, los pacientes renales están ansiosos por saber cuándo estos recursos llegarán finalmente a sus clínicas. Actualmente los centros luchan para continuar con los servicios de diálisis en el marco de la deuda que mantienen el Ministerio de Salud Pública (MSP) y el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) con las dializadoras.

Uno de estos casos es el del Instituto del Riñón y Diálisis San Martín (INRIDI). Este centro, del sur de Guayaquil, atiende a más de 180 pacientes mensualmente, sin embargo, ha tenido que suspender una de las tres diálisis que obligatoriamente deben realizarse sus pacientes e incluso pedirles que cubran los insumos.

Luis Serrano, director de INRIDI, conversó con EL UNIVERSO sobre cómo se está manejando el centro.

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¿Cuál es la situación actual de la clínica INRIDI respecto a la deuda que mantienen el IESS y el MSP con esta dializadora?

La deuda siempre ha existido. Los pacientes que tienen insuficiencia renal crónica definitiva requieren de hemodiálisis para sobrevivir. Esto hace que entren en la clasificación de enfermedades catastróficas, por lo que se requiere que los gobiernos cumplan con la Constitución.

¿A cuánto asciende la deuda con las dializadoras actualmente?

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La deuda es de varios millones de dólares y aquí el problema no se va a resolver con la bondad de un presidente señalando que ha destinado equis cantidad de dinero. Para que esto se solucione lo mejor sería lograr por parte de la Asamblea una ley que señale la necesidad de fuentes de financiamiento, porque la vida no tiene precio y no podemos estar al vaivén de si existen o no recursos en el Estado.

Ellos tienen la obligación de garantizar el derecho de la salud. Sin embargo, que no lo pueden hacer a través de sus unidades médicas es una gran verdad.

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Pacientes de INRIDI exigen información acerca de cuándo serán distribuidos los recursos. Foto: Jorge Lozada S.

Respecto a la asignación de recursos ($ 100 millones) que anunció el presidente Daniel Noboa el pasado sábado 28 de junio, ¿han recibido información sobre cuándo se distribuiría a las clínicas?

Nosotros hemos estado en constante lucha desde el gobierno de Lenín Moreno. Hemos sido recibidos por el gobernador del Guayas (Vicente Auad), quien ha mediado ante el Ministerio de Economía y Finanzas, y el Ministerio de Salud para que se atienda nuestro problema. Hasta ahora no ha habido suficiente receptividad por lo que los pacientes han tenido que recurrir a la protesta social; todos los miércoles realizan plantones al pie de la Gobernación.

Solca tiene impuestos que todos los ecuatorianos pagamos y por eso tiene mejores posibilidades de solventarse. Lo nuestro es diferente. Los que nos venden los insumos también dan el servicio de diálisis. Nosotros no tenemos otro ingreso, no tenemos pacientes particulares. Solca sí los tiene, tiene cirugías en sus hospitales, tiene impuestos, pero nosotros no tenemos absolutamente nada. Nuestros trabajadores tienen seis meses sin cobrar sus salarios; mis bienes están hipotecados en los bancos, pero ya no podemos aguantar más.

¿Cómo se están manejando actualmente con los pacientes, pues ellos comentan que se les piden facturas de insumos para poder realizarles las diálisis?

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Como toda empresa tenemos que pagar impuestos y aportar al IESS, entonces a los que traen la factura de los insumos para la sesión que no podemos darles, cuando nos pague el Estado, podríamos devolverles el dinero. El Ministerio de Salud Pública nos debe desde mayo del 2023. Normalmente podemos manejar la situación hasta con cuatro meses de atraso, pero no con más de un año.

Si esta situación continúa, ¿hasta qué punto se podría llegar? ¿Se podrían suspender más diálisis a los pacientes?

Nosotros no podemos hacerlo porque estamos atrapados, pues esto es una emergencia y no podemos negarle la atención a la gente. Luego de reunirnos con el gobernador, él se comprometió a reunirse con las cuatro distribuidoras de insumos que son de Alemania, Japón, Estados Unidos e Italia. Deberían llamar a los embajadores de esos países para comprometerse con ellos y garantizar la entrega de los productos.

Lo otro que se me ocurre es que hagan importaciones directas de miles de insumos de China, pues así baja el costo y todos somos felices. Así nosotros podríamos mantener nuestra infraestructura y a los trabajadores.

A los pacientes se les ha suspendido una de las sesiones de diálisis y deben cubrir los insumos. Foto: Jorge Lozada S.

¿Cuánto es el monto que el Estado requeriría para manejarse sin inconvenientes?

Del MSP se requerirían $ 160 millones al año. Es decir, si hubiera una partida de los $ 4.000 millones que manejan, no debería presentarse este problema. Es más, esto ayudaría a la prevención de la enfermedad renal crónica, pues los que se hacen diálisis son del grado renal cinco. Si ahora necesitan $ 160 millones para un año de servicio, ¿cuánto sería al año siguiente?

En el peor de los escenarios, ¿cuánto tiempo más podría seguir el centro facilitando la atención?

En estos momentos las cuatro empresas distribuidoras ya no nos dan crédito ni los insumos, ahora solo nos dan cheque a fecha. Si a mí me ingresa una factura este mes del MSP o del IESS, así puedo comprar los insumos. Entonces, si yo no tengo los insumos, no puedo realizar las diálisis. Por eso, con el tiempo las distribuidoras terminan apoderándose de las clínicas de diálisis, pues algunos colegas nefrólogos ya no pueden más y terminan vendiéndolas. (I)