La mañana y tarde del lunes 31 de enero de 2022 fue lluviosa, un partido de ecuavoley se había terminado en la cancha de La Comuna, ubicada entre las calles José Berrutieta y Antonio Herrera. Eran aproximadamente las 18:20 cuando una ola de lodo sorprendió a los jugadores y espectadores. En cuestión de segundos, lo que era un complejo construido con el esfuerzo y el gasto de sus socios fundadores quedó en nada.