Kendry Sánchez tiene quince años, pero desde hace más de cinco necesita una silla de ruedas para ser trasladado. Sus padres, René Sánchez y Mayra Vásquez, no han parado de luchar por su ‘angelito’, como le llaman cariñosamente, desde el momento en que le diagnosticaron distrofia muscular de Duchenne, cuando tan solo tenía nueve años.