María Analuisa tiene un taller de costura en el norte de Quito, lo adecuó en una parte de su casa, y esa ha sido su fuente de ingresos económicos durante los últimos cinco años. Sin embargo, los cortes de luz han afectado su producción, pues han restado la cantidad de horas que puede trabajar.
“Primero, no cumplen con los horarios, hay que estar adivinando la hora que van a quitar la luz, y aparte son demasiadas horas. Mi familia vive en un sector que no están quitando ni una hora, me va a tocar mudarme de casa porque así no se puede trabajar”, enfatizó.
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Desde este miércoles, 8 de octubre, se implementaron nuevos racionamientos del servicio eléctrico, según anunció el Gobierno, como medida ante la crisis energética que atraviesa el país.
Las interrupciones del servicio eléctrico han generado un impacto considerable en diversas zonas de la capital, llegando en algunos casos a prolongarse hasta por diez horas, lo que ha afectado tanto a los negocios como a los hogares.
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Como María existe gran cantidad de comerciantes que afrontan los cortes de luz y se adecúan a la dinámica de los apagones a nivel nacional.
Ecuador vuelve a cortes de luz de 10 horas
Daniel Santamaría, administrador de un restaurante en el sur de la ciudad, señaló que ahora compran menos productos, pues los cortes han causado el daño de muchos de ellos, especialmente los refrigerados.
Además, han notado una disminución de clientes, pues en los cortes de luz no cuentan con un generador para iluminar la zona de las mesas. Sí adquirieron una planta pequeña, pero solo abastece a la zona de la cocina.
“Nos toca cuidar los electrodomésticos y el producto que ofrecemos, sí es molestoso comer a oscuras, pero por lo menos esperamos hasta comprar otra planta”, añadió.
En otros locales han implementado promociones y descuentos con el fin de atraer a sus clientes, esta medida se ha tomado para enfrentar las pérdidas por los apagones, cuyo cálculo hasta el momento no se atreven a hacer. (I)