MIRA

Mira es una pequeña ciudad ubicada en la parte suroccidental de Carchi, frente a Imbabura. La ornamentación de las viviendas, iluminación de sus calles con cableado soterrado y la iglesia, edificación patrimonial de la arquitectura colonial ecuatoriana (1537), son parte de la escenografía en la Navidad.

Publicidad

Allí, un grupo de amigos conocido como los “Panas del árbol”, desde hace quince años le dan vida, luz y color a un arbusto de 30 metros de altura, sembrado en una parte estratégica del parque central. Es considerado el árbol natural de Navidad más alto del Ecuador.

Este ornamento decora a esta ciudad en el último mes del año, constituyéndose en un atractivo de este territorio mágico y lleno de encanto. La memoria oral recuerda que esta población fue habitada por las denominadas Voladoras, mujeres del pueblo, algunas solteras y otras casadas, identificadas como hechiceras, porque tenían desarrollado su sexto sentido.

Publicidad

Estas damas se caracterizaban por llevar y traer noticias desde cualquier lugar del mundo de forma inmediata y por utilizar hechizos para ocultar los romances prohibidos que mantenían con hombres que no eran sus esposos, reza la leyenda, según el antropólogo Ramiro Cabrera.

Esta historia contada por su amable gente a los visitantes, le pone ese ingrediente de misterio, cuando en diciembre recorren la plaza ataviada de varios elementos simbólicos atinentes al nacimiento de Jesús.

La iglesia centenaria de Mira, conocida como San Nicolás, con su fachada en piedra y cal y dos torres imponentes es visitada por estos días por el pueblo católico de esta ciudad. Foto: Ricardo Cabezas

¿Dónde están los árboles de Navidad más grandes de Quito?

Avistar el gigante árbol, requiere de cierto esfuerzo, desde la parte superior prenden alegorías alusivas a la ocasión, que complementan la decoración de este hermoso lugar. A pesar de que existirían árboles con mayor tamaño en el país, elaborados con diversos materiales, en el ‘Balcón de los Andes’, como se conoce también a esta ciudad, se diferencia porque se trata del único árbol natural de este tamaño iluminado, que no requiere de estructuras o materiales artificiales.

Susana Munala, vicealcaldesa de Mira, dice con orgullo que cada año el árbol de la especie Araucaria Heterophylla sigue creciendo y embelleciendo al casco histórico de este rincón carchense.

Año tras año, desde el 2008, el colectivo Panas del Árbol, con el apoyo de algunas instituciones, negocios privados y la ciudadanía, es el encargado de ambientar con luces de colores y diferentes motivos los jardines, caminerías y el espigado arbusto, en medio de un ambiente de confraternidad, tradición y unidad.

Varios de los integrantes son profesionales de la rama eléctrica, algo que garantiza la instalación y funcionamiento.

Ronny Cazares, uno de los integrantes de este colectivo ciudadano y electricista de profesión, recuerda que hace quince años, cuando cursaban la universidad se propusieron brindarle a Mira este espacio temporal de recreación.

Árboles navideños altos y delgados, entre la tendencia para la temporada 2023

Iniciaron colocando alrededor de la estructura arbórea cables gemelos rústicos conectados a focos normales o bombillas que eran pintados de diversos colores, con el pasó del tiempo las instalaciones iban modernizándose, actualmente utilizan luces led y materiales modernos, utilizando más de 350 metros de luces, entre led y de colores y 100 metros de cable. Las estructuras de las figuras ya no son elaboradas en hierro, sino en aluminio para no afectar a las ramas.

La instalación la realizan durante una semana, en las tardes, después de que salen de sus lugares de trabajo. Jonathan Garrido señala que efectúan estas tareas con cierta prolijidad y cuidado para no afectar al árbol.

Cada integrante tiene su función, a través de una minga que motiva a la vecindad y se une a colaborar. Las escenografías aéreas que están alrededor de este gigante vegetal son diferentes cada año, sin embargo, es infaltable una estrella navideña de 2 metros que es empotrada en la copa, indica Jorge Reina, otro de los líderes de esta iniciativa.

Estos son los lugares de Guayaquil donde puedes tomarte fotos con árboles de Navidad

Para adornar a este espécimen natural y colocar las luminarias deben ascender unos 30 m hasta llegar a la copichuela, desde donde son distribuidos los cables con las luces, tomando -dice Ronny- las respectivas precauciones para evitar accidente alguno. Con el objeto de que no existan imprevistos (cortocircuitos) aseguran ciertos espacios con madera y caucho y colocan abrazaderas metálicas, esto además no permite que las conexiones eléctricas tomen contacto con el follaje y no sea destruido este colosal arbusto. Mira esta a 198 km de Quito, este feriado debe ser el mejor pretexto para conocer este novedoso árbol, hacer turismo y degustar de la gastronomía carchense. (I)