El suministro de agua potable es fundamental para la vida cotidiana de los habitantes de cualquier ciudad. En Quito, este servicio es gestionado por la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps).
En el Distrito Metropolitano de Quito (DMQ) el cobro por el consumo de este servicio se realiza por medio de la lectura de medidores, estos deben estar a la vista de los funcionarios municipales y no deben ser alterados.
Publicidad
Los quiteños consumen cuatro veces más agua de lo habitual en los días calurosos
De aquí nace el laboratorio de medidores de agua potable de la Epmaps, este centro ubicado en el norte de la capital ha operado durante 30 años. Su labor es la evaluación de la precisión y funcionalidad de los medidores utilizados en la red de suministro de agua de Quito.
Con seis bancos de ensayos a su disposición, los técnicos del laboratorio desarrollan una variedad de pruebas y estudios de campo para identificar posibles fallos en los medidores y garantizar que proporcionen lecturas precisas.
Publicidad
En unos 80 proyectos locales se busca inversión por alrededor de $ 1.500 millones
Recientemente, en octubre de 2023, se incorporó al laboratorio el último banco de pruebas, equipado con tecnología de vanguardia que permite implementar dos métodos de supervisión: una prueba de velocidad y una verificación de calibración.
Renovación de 70.000 medidores
El proceso de renovación de medidores es otro aspecto importante de la gestión del suministro de agua en Quito.
Jhoan Silva, funcionario de gestión de conexiones domiciliarias, reveló que la empresa tiene un plan de recambio masivo en marcha en todo el DMQ.
Este plan tiene como objetivo reemplazar gradualmente los medidores que han cumplido su vida útil, es decir, aquellos que tienen más de diez años de instalación en los predios.
Con alrededor de 700.000 medidores en todo el DMQ, se prevé que se reemplacen 70.000 unidades este año, con planes para continuar esta renovación en los próximos años.
Además, Silva comentó que los nuevos medidores que se están instalando en Quito están fabricados con una aleación de composite, lo que los hace menos atractivos para el robo y la venta ilegal, en comparación con los medidores de bronce utilizados anteriormente.
Todos los costos asociados con el reemplazo de medidores se difieren automáticamente en la factura de agua a lo largo de tres meses, agregaron que ningún funcionario está autorizado a cobrar pagos en los domicilios. (I)