Cuenca
Una de los datos que revela el XX Censo de Población y IX de Vivienda realizado desde el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) es el mínimo crecimiento de los habitantes en la provincia del Cañar.
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En el 2010, Cañar registraba 225.184 ciudadanos y 13 años después fueron 227.578, esto es un crecimiento de apenas 2.394 hombres y mujeres. Una de las tasas más bajas a nivel nacional.
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Para los consultados, este fenómeno tiene una explicación sencilla: la masiva migración de su gente.
Pero esa no es la única cifra, pues aquí se mantiene una hegemonía de las mujeres con el 53,9 % sobre un 46,1 %, lo que en números significa que todo Cañar existen 122.584 damas y 104.994 caballeros.
Y en el cuadro estadístico también se muestra una supremacía femenina en todas las edades económicamente activas, esto es desde los 20 hasta los 64 años de edad.
En cuanto a la conformación de los hogares, el 21,4 % de los consultados afirmó que es de tres personas, siendo el dato más preponderante, lo que al final para el INEC significó que aquí la casa promedio está integrada por 3.2 personas. Y en cuanto a su autodefinición el 82,7 por ciento se considera mestizo y el 14,7 indígena, siendo los que predominan en esta parte del país.
Javier Serrano, alcalde de Azogues, capital de Cañar, tiene una lectura clara del tema. “Esto claramente se delata con la tercera ola migratoria que hemos sufrido (…, solo se así se puede comprender que no hayamos crecido en la proporción que normalmente se estima”.
En cuanto a la familia reducida que décadas atrás estaba conformada por más de cinco miembros y que ahora sean 3,2 tiene otra lectura para este funcionario. Y es que con el recambio generacional los jóvenes tomaron como prioridad una autorrealización personal con estudios de tercer o cuarto nivel y más no el formar una familia numerosa.
Por experiencia propia recuerda que los abuelos de su terruño tenían hasta 12 hijos, los padres cinco y los de la actualidad máximo dos.
Como autoridad, considera que la falta de crecimiento poblacional tendrá un efecto económico macro para su localidad, pues con menos gente, el Gobierno Nacional destinará menos recursos a los gobiernos locales.
Pero en compensación a aquellos las remesas ingresan en un alto número y eso dinamiza la economía interna, aunque no como se quisiera, pues hay más consumo de elementos suntuarios y no en emprendimientos.
Pero a este dato de la emigración, Luis Tobar, director de la carrera Economía de la Universidad Politécnica Salesiana, añade otros elementos y los compara. Uno de ellos es el crecimiento demográfico de provincias pequeñas como Chimborazo o Cañar que fue de un 2,8 y 1,3 % respectivamente, y que no guardan relación con las provincias más grandes como Azuay que registra un 12,8 % más en relación a 2010 o Manabí con un 14,5 %, Pichincha 19,8 % y Guayas 20,4 %.
Asimismo, en base a los datos del Censo, expone que en Cañar el 44 % de su gente vive en la zona urbana y el 56 % en la rural, lugares donde generalmente la gente sobrevive económicamente con actividades como la agricultura o la ganadería
Con estos dos elementos concluye que los poblados pequeños se quedaron sin gente porque hubo una migración interna (a cantones grandes) y claro, la externa, principalmente a Estados Unidos por falta de oportunidades laborales.
Pero también por un tema cultural, pues muchos se fijan que en el exterior los amigos o familiares que migraron tienen más cosas materiales y eso los atrae.
Esto lo ancla a otro tema como lo es la tasa de salida y retorno de los viajeros a Ecuador reportada en los pasos fronterizos legales. En 2020 (antes de la pandemia) hubo un saldo positivo de 1.504 ciudadanos, lo que significa que volvieron.
Pero en 2021 hubo un alza negativa de -81.758 y en 2022 subió mucho más a -113.931. Esto, explica, Tobar, es negativo porque son personas que no regresaron al país. Situación que también está directamente relacionada con la migración forzosa.
Por todo esto. Serrano y Tobar coinciden en calificar al crecimiento mínimo de Cañar como “preocupante”, pero que a pesar de todo sostiene la economía. Y por todo este contexto sugiere a las autoridades respectivas que en las aulas dicten una materia o capacitación sobre Educación financiera, todo para que los recursos provenientes del exterior generen uso y no todo quede en gasto sin sentido. (I)