La sala de sesiones del Concejo Metropolitano de Quito, que ubicaba a los ediles frente a frente en dos filas rectangulares de cada lado, fue modificada por un sistema escalonado con media lunas que miran de frente a la autoridad que preside las sesiones.
Así se llevó a cabo la última sesión de Concejo Metropolitano de Quito bajo la administración de Santiago Guarderas. 14 de los 21 concejales estuvieron presentes en esta última reunión, antes se realizó un acto protocolario de presentación del nuevo lugar y un brindis con autoridades municipales de empresas y secretarías.
Publicidad
Angélica Arias, directora del Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP), señaló que el poco mantenimiento que se había dado a un lugar tan emblemático les llamó notablemente la atención, por ello se invirtió un aproximado de $ 180.000 en la remodelación e intervención de esta sala.
“Encontramos goteras, cables amarrados, el aire no circulaba, el piso dañado, todo eso fue remediado y se incorporaron nuevas tecnologías”, agregó.
Publicidad
Entre las nuevas adecuaciones tecnológicas, los concejales contarán con la facilidad de realizar el voto electrónico, aumentaron la cantidad de curules, la silla vacía, recirculación de aire, paneles acústicos y mobiliario nuevo.
Además, cuenta con un sistema moderno de alarmas contra incendios, pantallas retráctiles, cámaras de alta definición y un puesto de mando con equipos modernos.
Una de las dudas que generó esta renovación de la sala fue el destino que tuvieron los cuadros con pinturas históricas que se ubicaban en las paredes de esta habitación. Pablo Santillán, secretario del Concejo Metropolitano, indicó que estas obras de arte se merecen el disfrute de todos los ciudadanos, no solo quienes ingresaban a las sesiones.
Además, el modelo moderno de esta renovada sala tenía un diseño diferente en el que no portaría cuadros en sus paredes.
“Estas obras de arte han sido entregadas al Centro de Arte Metropolitano para que sean ubicadas en lugares públicos para el goce y disfrute de los quiteños y quiteñas. Ahora dependerá de la futura administración si quiere poner esos o nuevos cuadros porque ahí hay un amplio inventario que podrían ir aquí dependiendo que vayan acorde con el diseño de la sala”, enfatizó.
Según Santillán el equipo de votación y audio había cumplido su tiempo de vida útil con más de 10 años de trabajo.
Los trabajos tuvieron una duración cercana a los cuatro meses. En esta intervención trabajaron entidades como la Secretaría del Concejo, de Tecnologías de la Información, la Administración General y el IMP. (I)