En medio de las protestas en Tena por la construcción de una nueva cárcel, el Gobierno de Daniel Noboa anunció un cambio de planes.
La tarde de este lunes, 16 de diciembre, el Gobierno anunció que aceptaba la propuesta de construir una cárcel de máxima seguridad en el cantón Salinas y que en Archidona solo se potenciaría la existente.
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A través de un comunicado, el Ministerio de Gobierno explicó que esta nueva cárcel de máxima seguridad se construirá en el cantón Salinas tras aceptar una invitación del Municipio para que se implemente una infraestructura penitenciaria de máxima seguridad.
La respuesta gubernamental ha sido rápida, pues la carta del Municipio de Salinas en la que planteaba la posibilidad de acoger la cárcel se envió este 16 de diciembre.
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Dennis Córdova, alcalde de Salinas, quien ha sido adepto al presidente Noboa, planteó esta posibilidad aludiendo que un proyecto de estas características tendrá un impacto favorable en la economía local. Según el Municipio, se cuenta con espacio físico para la construcción del centro penitenciario.
“El proyecto de tener una cárcel de máxima seguridad -y no una megacárcel- inicialmente priorizado para el desarrollo económico y la seguridad en el cantón Archidona, donde ya existe una cárcel, será ejecutado en un nuevo punto estratégico que se definirá en coordinación con las autoridades locales del cantón Salinas”, indicó el Ministerio de Gobierno.
Con este cambio de planes, esa cartera de Estado indicó que la cárcel de Archidona, que es de mínima seguridad, será repotenciada en la medida de sus capacidades.
El sorpresivo anuncio llega en un momento que la comunidad de Napo lleva quince días de protestas. Este lunes se realizó una marcha en Tena para rechazar la construcción de la cárcel en Archidona.
Días atrás, el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de la Libertad (SNAI) adjudicó la construcción de la nueva cárcel en Archidona.
El Gobierno de Daniel Noboa había destinado un presupuesto referencial de 51,97 millones de dólares. Se convocó bajo régimen especial.
Para este nuevo centro carcelario, el Gobierno justificó el crecimiento de la población penitenciaria, que tiene como consecuencia un crecimiento proporcional de aquellas personas que son parte de grupos de atención prioritaria o de grupos vulnerables que requieren espacios adecuados a sus necesidades físicas o mentales y que deben estar separados de la población, pero debido al hacinamiento no se puede cumplir este deber legal. (I)