El fenómeno de La Niña, conocido por sus impactos climáticos significativos, estaría próximo a desarrollarse en Ecuador. Aunque aún no se ha oficializado su presencia, las condiciones actuales sugieren una alta probabilidad de que este evento climático se establezca en los próximos meses.

Para entender mejor este fenómeno y sus posibles efectos en el país, Javier Macas y Vladimir Arreaga, analistas en pronóstico del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), dieron una explicación.

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Macas explicó: “Estamos frente a la evolución, recién al nacimiento, del fenómeno de La Niña. Todavía no está establecido oficialmente. Para fenómenos de impacto global como este, se espera una prevalencia de unos tres meses de condiciones continuas antes de dar un reporte oficial.”

Según él, se espera que en julio la Agencia de Meteorología de Estados Unidos (NOAA) haga la declaración oficial. Agregó que actualmente, las condiciones son propias de la transición de la época lluviosa a la seca, lo que implica una disminución de la humedad y nubosidad y un aumento de la radiación y las temperaturas.

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Impactos regionales

El impacto más notable del fenómeno de La Niña se prevé en la región Litoral, donde se espera una disminución significativa de las precipitaciones, especialmente en la zona centro-sur.

“Desde marzo, esta región ya presenta un déficit de precipitación y se anticipa que continuará con condiciones secas”, señaló Macas.

En contraste, aunque la región Amazónica y la región Interandina también experimentarán una estacionalidad más seca, podrían darse eventos ocasionales de precipitación.

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Vladimir Arreaga dijo que el país se mantiene en condiciones neutras, con temperaturas del mar en valores normales para esta época del año.

“No estamos en un evento de La Niña todavía. Sin embargo, existe una alta probabilidad de que en los próximos meses se consolide este evento”, enfatizó.

La transición de El Niño a condiciones normales ha concluido, y ahora el país se mantiene en el periodo de transición hacia la estación seca, caracterizada por menos precipitación y más radiación solar en la Sierra.

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Arreaga añadió que, para declarar oficialmente un evento de La Niña, las aguas frías deben mantenerse por un periodo sostenido de tres meses. Actualmente, ya se empiezan a evidenciar fosas de aguas frías, lo que podría indicar el inicio del fenómeno. “Una vez que estas condiciones se mantengan, el Comité Erfen daría la declaratoria de un evento frío de La Niña,” explicó.

Pronóstico a corto plazo

El Inamhi emitió la advertencia meteorológica 31, vigente hasta el 3 de junio, en la que se pronostica el aumento de temperaturas diurnas (de 10:00 a 16:00) en varios sectores del país.

Según los analistas, existirá un cambio en las condiciones con más nubosidad después de esta fecha y un posible retorno a condiciones secas entre el 7 y 8 de junio.

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Este patrón de variabilidad climática continuará durante el mes de junio, con fluctuaciones entre periodos secos y breves intervalos de precipitación.

Dada la alta probabilidad de un déficit de precipitaciones en la región Litoral, especialmente en la zona centro-sur, será crucial que las autoridades anuncien las medidas preventivas, las que se darían en las próximas semanas.

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La disminución de lluvias podría afectar la agricultura, la disponibilidad de agua y aumentar el riesgo de incendios forestales.

Finalmente, los especialistas recomendaron que mientras Ecuador se prepara para la posible consolidación del fenómeno de La Niña, la población deberá mantenerse informada sobre las actualizaciones y pronósticos para mitigar los posibles impactos climáticos. (I)