Las calles del barrio Federico Páez de Luluncoto se ven desoladas. Muchos vecinos aseguran sus puertas y prefieren salir a realizar sus compras en la mañana, para no tener que acudir en la tarde y noche. La inseguridad del lugar ha generado ese nuevo estilo de vida en los moradores de este lugar ubicado en el límite entre el centro y sur de Quito.