Varias familias, vecinos y moradores del sur de Quito salieron a las esquinas de la avenida Pedro Vivente Maldonado por la que les anunciaron que ingresarían los manifestantes que llegaron de provincias del centro sur del país.

“Ya vienen de Cutuglagua”, “Nadie pasa hasta que lleguen” , “Pilas que llegan y nos vamos atrás” se escuchaba entre los habitantes que empezaron a quemar llantas y troncos de madera.

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Lourdes Solís nació en la provincia de Los Ríos, pero hace 34 años vive en el sur de Quito. Ella salió junto a sus vecinos de la cuadra, con banderas de Ecuador, para ver el paso de los manifestantes. “Queremos apoyar a nuestros hermanos indígenas (...) todo ha subido, no solo es el aceite y el combustible, son muchas cosas que están caras”, añadió.

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Algunos aprovecharon la llegada de motocicletas para rodearlas y pedir gasolina a cambio de permitir continuar su rumbo. Ante la cantidad de manifestantes, no les quedó más que aceptar.

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Mientras tanto, otras personas buscaban el mejor lugar para ver pasar los camiones y caminantes que tienen como objetivo el centro de Quito.

Dolores Cajamarca salió junto a sus dos hijos a la avenida Maldonado, cerca de unas llantas quemándose se acomodaron en la vereda. En el lugar dijo que están apoyando a sus compañeros indígenas, porque son de Latacunga.

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Viven hace diez años en el sur de la ciudad, por eso, esta vez organizó a sus vecinos para preparar comida y recolectar agua, que entregará en donde hagan base los manifestantes.

La Universidad Politécnica Salesiana confirmó esta tarde que abrirá las puertas y servirá como albergue y punto de paz.

Las veredas y muros sirvieron como graderío, sin embargo, cada cierto tiempo las personas que llegaban del sur les informaban que todavía hay que esperar, que son miles los que se están concentrando en el sector de Cutuglagua, pero que esperan la llegada de más personas para iniciar el camino.

Al otro lado de la ciudad también existen cierres. En Calderón, Comité del Pueblo y Gualo las vías están cerradas.

En parroquias como Pifo, Tumbaco y Píntag, en wkl nororiente de la capital, también se registraron cierres.

Así, el octavo día de paro nacional sigue asediando la ciudad capital, mientras los policías y militares organizan nuevos puntos de concentración, los manifestantes que se han plegado al paro mantienen los cierres cada vez más cerca del centro histórico. (I)