Ecuador atraviesa una crisis energética que se atribuye tanto a causas ambientales como a la falta de mantenimiento y negligencia de la infraestructura eléctrica del país, por lo que hay un déficit de gigavatios. Este mes se reportó que los embalses de Mazar y Paute, que proveen de agua a las hidroeléctricas, registraban un nivel de almacenamiento operativo de 0 % y 4 %.