Ambato

Las probabilidades de que el fenómeno de El Niño golpee a Ecuador no solo mantienen preocupados a productores de la Costa. En la Sierra hay inquietud por lo que esto podría acarrear en la producción y distribución de productos.

“La situación climatológica que pasa y se prevé que se vendrá con el fenómeno de El Niño nos hace pensar que estamos en indefensión frente a la naturaleza”, dijo Mauro Guzmán, director ejecutivo del Centro Agrícola Ambato.

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En Ambato hay inquietud. Temen que, si se presenta el fenómeno de El Niño, el transporte de la producción de Tungurahua se vea seriamente afectado, porque para llegar a Guayaquil, que es uno de los mercados más importantes, se tienen dos o tres carreteras, pero por Pallatanga está realmente complicado y por Guaranda hay tramos con serias afectaciones por el temporal.

“Lo que nosotros aspiramos es a que el país esté completamente alerta para que, cuando haya un derrumbe o un deslave, se intervenga con maquinaria, porque el Ecuador no se puede paralizar”, dijo.

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Guzmán señaló que se requiere que el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) emita datos de cuándo va a ser lo más crítico, porque en el agro no se puede trabajar sobre supuestos. “Se debe contar con alguna información para poder estar prevenidos”, señaló.

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Cierto es que el fenómeno de El Niño desde hace años representa una amenaza, pero Guzmán considera que tanto las provincias que se verían afectadas como las que colindan tienen que montar una vigía para estar listas con la maquinaria que permita limpiar las carreteras.

“Espero que no, pero creo que vamos a tener una crisis, porque producir los alimentos va a ser bastante complicado, no se diga salir a los mercados. Es un riesgo que está latente, pero no nos queda sino trabajar, reactivar las huertas y tratar de hacer nuestro mejor trabajo para que los productos lleguen sanos y así poder abastecer al país”, subrayó el director ejecutivo del Centro Agrícola Ambato.

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Marisol Molina, directora ejecutiva de la Unión de Productores de Huevos (Uniproh), dijo que el fenómeno de El Niño es una fuerte preocupación porque los afectará por doble vía.

Primero, porque las aves reciben maíz de la Costa y del Oriente, que es el principal alimento que les suministran, lo cual se comunicó a los socios productores y están tratando de abastecerse en los silos de que disponen.

Lo segundo es que también tendrían problemas para sacar la producción de huevos en caso de mal estado de las vías, provocando desabastecimiento en los mercados. Podrían esperar dos o tres días para que una carretera sea habilitada, ante lo cual estarán atentos, porque la movilización en el país es importante.

Recordó que Tungurahua es la principal productora de huevos en el país y que junto con Cotopaxi abastecen con más del 80 % a nivel nacional, ante lo cual la preocupación es que se mantengan las vías abiertas a la circulación y que ojalá el Gobierno nacional cumpla este requerimiento, porque se trata de una emergencia.

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“Si bien el tema de las inundaciones y deslizamientos es algo de la naturaleza, si se toman acciones preventivas, considero que se van a poder solventar”, subrayó Molina.

Cristian Salinas, director del MAG en Tungurahua, aseguró que los principales mercados de la producción agrícola de la provincia están en la Costa. Por esa razón, se coordinarán trabajos articulados con los Gobiernos provinciales para que los agricultores no se vean afectados por la falta de carreteras en buen estado ante la presencia del fenómeno de El Niño.

Los productores temen que cosechas no puedan ir a las grandes ciudades de la Costa con daños en vías. Foto: Wilson Pinto. Foto: El Universo

El prefecto de Tungurahua, Manuel Caizabanda, indicó que espera que las consecuencias de El Niño no sean graves. Pero que la mancomunidad de las provincias de la zona central, que también la conforman Chimborazo, Bolívar, Cotopaxi y Pastaza, a través de los departamentos de Vías y Construcciones, así como Gestión de Riesgos, tiene la visión de solidarizarse.

“Nosotros nos podemos quedar incomunicados (por deslizamientos e inundaciones), pero se deben buscar alternativas para la movilización de los productos del campo”, dijo.

De pasar alguna situación emergente, de manera mancomunada, dijo, van a ser solidarios para poder solventar cualquier contingencia, porque saben que la capacidad operativa de un Gobierno provincial o municipal es insuficiente para atender algún evento grande. Lo mismo se podrá hacer con otras provincias, porque no se las puede dejar solas, aseveró.

Por su parte, Mario Mayorga, presidente de la Asociación Central de Comerciantes del Mercado Mayorista de Ambato, sostuvo que, luego de la disminución de las ventas como consecuencia de la emergencia sanitaria del COVID-19, la reactivación del comercio es muy lenta.

Entre los factores para que la comercialización aún no llegue a los niveles de antes de la pandemia citó la inseguridad y el mal estado de las carreteras, como consecuencia del fuerte temporal, teniendo en cuenta que los principales-grandes compradores son las provincias del Guayas, Los Ríos, Manabí, Esmeraldas y la zona oriental, que serían afectadas por el fenómeno de El Niño.

Argumentó que, por la diversidad de productos que se encuentran en el mercado mayorista de Ambato, se comercializa a quienes cada quince días llevan a Galápagos y que también lo hacen al Yasuní.

“Frente al fenómeno de El Niño nos vamos a ver afectados, porque, además de la libre movilidad por la afectación a la infraestructura vial por caída de puentes, inundaciones y deslizamientos, va a haber disminución de ingresos económicos de las familias de la Costa, que no va a permitir la salida de los productos desde el mercado”, dijo Mayorga.

También insiste en la necesidad de que el Gobierno nacional tenga planes de prevención, con vías de abastecimiento de los productos de primera necesidad a los sectores afectados. Del mercado mayorista de Ambato salen todos los productos de la Sierra: papas, choclos, granos tiernos, tomates, cebollas, fruta del valle, ajo, hortalizas y legumbres.

Mayorga aseguró que las pérdidas no solo serán de los comerciantes, sino también de los productores, lo que traerá problemas al sistema cooperativo y bancario, porque no van a poder cumplir las obligaciones crediticias que hacen para poder trabajar. (I)