Antonio Ante
Momentos de apremio vivieron los propietarios de un patio de venta de carros en Atuntaqui, en Imbabura, luego que detectaron la presencia de una granada de uso militar en un aparente regalo que fue entregado en este negocio.
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Según las primeras indagaciones, en horario vespertino, durante la jornada de trabajo los empleados del local recibieron un paquete envuelto en papel de regalo, que estaba dirigido al concesionario, pero al abrirlo se llevaron un gran susto ya que observaron que se trataba de una granada.
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Fernando Jarrín, de la Subzona de Policía Imbabura, informó que el supuesto obsequio habría sido entregado en el lugar por dos personas que arribaron en una motocicleta portando un bolso en el que estaba el envoltorio.
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La alerta movilizó a los servidores policiales del Distrito Valle del Amanecer, que acudieron hasta ese lugar, el lunes 24 de julio, con el propósito de verificar el hecho que mantuvo en zozobra a los propietarios y personal.
En el lugar, que linda con el eje vial E35 (Panamericana norte), sector San Mateo, cantón Antonio Ante, los policías acordonaron la zona de riesgo y dispusieron las medidas de seguridad, aseguraron el sitio, cerraron además la transitada vía que comunica con Quito o Tulcán y restringieron el paso de personas.
Los uniformados, después de verificar el explosivo determinaron que se trataba de una granada de fragmentación de uso militar, solicitaron la presencia de policías especializados en explosivos de la unidad élite del Grupo de Intervención y Rescate GIR, de Quito.
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Dos horas más tarde, policías del GIR llegaron al local de comercialización de autos, donde procedieron con base en los protocolos establecidos a retirar el dispositivo, llevándolo hasta un lugar alejado de la población para realizar una detonación controlada.
No se conoce al responsable de este frustrado atentado, ni las razones que llevaron a intentar afectar a los trabajadores y propietarios de este negocio. Sería la primera vez que sucede este tipo de ataque.
Las granadas de fragmentación son armas usadas para tender una emboscada desde una posición oculta, causan una pequeña explosión y lanzan metralla en el radio donde son detonadas. En su interior contienen 4,5 gramos de una mezcla pirotécnica de aluminio o de magnesio, combinados con un oxidante como el perclorato de amonio o de potasio.
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Al detonar no daña al cuerpo exterior del dispositivo, escapando el sonido y la luz producidos por la reacción. Cuando la granada es arrojada, la palanca de seguridad se desprende, esta acción libera un percutor impulsado por un resorte, el cual impacta contra una cápsula fulminante, encendiendo la mecha. Tras 4,2 segundos ocurre la explosión. (I)