TULCÁN
Una operación del Bloque de Seguridad en Tobar Donoso, jurisdicción carchense, ubicada en la frontera ecuatoriano-colombiana, a 97 km de Tulcán, descubrió dos laboratorios clandestinos en los que se procesaban drogas.
Esta parroquia del cantón Tulcán, a la que se accede por vía aérea y fluvial debido a la falta de carreteras, está enclavada en el límite entre Carchi y Esmeraldas, en medio de una espesa vegetación, que es propicia para este tipo de actividades ilegales.
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Frente a esta parroquia, en territorio colombiano, existen inmensas plantaciones de coca y hay un predominio de las disidencias de las FARC, la Segunda Marquetalia, el ELN y organizaciones criminales que resguardan las rutas del narcotráfico y tienen vínculos con la minería irregular.
En esa parte de Colombia, la fuerza pública colombiana (Ejército y Policía) no tiene presencia, únicamente realiza operaciones móviles esporádicas una o dos veces al año. Jorge Tello, comandante de la Brigada Andes, informó que los campamentos fueron avistados cuando un helicóptero H145 de las Fuerzas Armadas sobrevolaba la zona.
A pesar de las dificultades de acceso por la irregularidad del terreno, en este inhóspito lugar fueron construidas dos viviendas de dos plantas, con madera y techos de plásticos, que contaban con varios servicios y espacios para albergar a las personas que realizaban el proceso de los alcaloides.
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La intervención se realizó entre la mañana y tarde de este sábado, 12 de abril, como parte de un reconocimiento ofensivo ejecutado por unidades militares en el sector fronterizo, con apoyo aéreo y terrestre.
En el noroccidente de Carchi militares destruyeron laboratorio en donde se procesaba droga
Los dos laboratorios se encontraban ocultos en zonas de complejo acceso, identificadas como Mina Piedra y El Derrumbe, cercanas al río Mira, hasta donde llegó el H145, que transportó a personal especializado en este tipo de tareas.
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Según las primeras informaciones de voceros militares, además de funcionar como centros de producción de droga, estas instalaciones eran empleadas como puntos de abastecimiento y refugio para grupos armados irregulares que operan en la frontera norte.
Una vez localizados, ambos laboratorios fueron incinerados e inhabilitados, cumpliendo estrictos protocolos de seguridad, es decir, se efectuaron explosiones controladas para eliminarlos totalmente y evitar que las detonaciones pongan en riesgo la integridad de los uniformados.
Tello calificó como exitoso el operativo en ese alejado sector de la frontera norte. Van más de cuatro laboratorios que han sido destruidos en esa jurisdicción parroquial. “Estamos combatiendo al crimen organizado y protegiendo la soberanía nacional, especialmente en zonas sensibles de la frontera”, anotó el coronel Jorge Tello. (I)