IPIALES

La Policía de Colombia desmanteló una banda transnacional que se dedicaba al tráfico de migrantes entre Tulcán e Ipiales. Con el respaldo del Ejército colombiano y la Fiscalía de Ipiales fue desarticulada esta organización delictiva internacional que operaba en la frontera colombo-ecuatoriana.

Tropas combinadas efectuaron el registro y allanamiento de un inmueble en la zona rural de Carlosama, a 22 kilómetros de la capital de Carchi. Durante la operación fueron capturados en flagrancia dos ciudadanos extranjeros, quienes son acusados por tráfico de migrantes y porte ilegal de armas de fuego, municiones y accesorios.

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La diligencia judicial terminó con la recuperación de 25 migrantes de diversas nacionalidades, que fueron entregados a Migración Colombia. Entre los elementos aprehendidos constan tres revólveres de distintas marcas y calibres, dos teléfonos celulares, diez cartuchos de diferentes calibres y 25 pasaportes.

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Según la Policía de Ipiales, fuentes humanas suministraron las pistas para dar con la vivienda hasta donde eran trasladados los extranjeros, quienes pagaban fuertes sumas de dinero en dólares y pesos colombianos para burlar los controles migratorios y viajar de forma irregular a los Estados Unidos.

La casa de una planta y construcción antigua era custodiada por dos personas venezolanas, vinculadas presumiblemente al grupo de delincuencia común organizada conocido como el Tren de Aragua, que opera en las fronteras con Chile, Perú, Ecuador y Colombia.

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Los sujetos coordinaban con personas ecuatorianas el cruce ilegal de los extranjeros por la frontera ecuatoriano-colombiana. En Ecuador se encargaban de brindarles transporte hasta Tulcán, en esta ciudad andina les brindaban alojamiento y alimentación hasta movilizarlos por pasos fronterizos no autorizados a Carlosama, Colombia, a 44 minutos.

Los investigadores manifestaron que el inmueble está localizado en un lugar estratégico, a pocos kilómetros de Tulcán, algo que facilitaba el paso clandestino de asiáticos, africanos, hindúes, entre otros.

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Trascendió que la organización utilizaba diversos medios de transporte, como taxis, mototaxis, vehículos particulares y buses de empresas de servicio público, para llevar a cabo sus actividades delictivas.

William René, director nacional de la Policía de Colombia, informó que con el apoyo de sus similares de Ecuador se ubicó y expulsó de territorio ecuatoriano a alias Cartagena o Mister Black, cabecilla del Clan del Golfo, quien fue entregado en las últimas horas en Rumichaca, en la fronteriza Ipiales.

El Clan del Golfo es conocido en Colombia por el cometimiento de delitos de extorsión a palmicultores y ganaderos, y responsable de homicidios y tráfico de drogas, añadió la autoridad colombiana.

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Fuentes policiales indicaron que se sospecha que la banda, con el objetivo de consolidar su control en el negocio ilícito, estaría involucrada además en homicidios selectivos, especialmente contra aquellos que se resisten a pagar extorsiones y para evitar que nuevos grupos intenten ingresar al territorio.

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Es decir, estos grupos buscan mantener el control de este y otros ilícitos en las dos ciudades fronterizas de Ipiales y Tulcán. El informe policial revela que la operación se realizó en el mismo sector donde ocurrió el ataque selectivo el pasado lunes 20 de noviembre, cuando fallecieron tres ecuatorianos vinculados a Los Choneros.

En esta semana, tres ecuatorianos y un colombiano también fueron detenidos en flagrancia en este sector. Ellos son acusados por los delitos de terrorismo, fabricación, tráfico y porte ilegal de armas, informó la Policía de Ipiales.

En poder de estas personas les encontraron una granada de fragmentación de origen ecuatoriano y armas, y les fueron aprehendidos dos vehículos, uno de alta gama y otro con placas ecuatorianas, que utilizaban para cometer sus fechorías.

Cuando intentaban huir chocaron con dos automotores, uno institucional, los tres connacionales (ecuatorianos) fueron aprehendidos tras la persecución y el uso de drones cerca al aeropuerto de Ipiales, zona rural de Aldana.

John Rojas, gobernador de Nariño, mostró su preocupación por la presencia de bandas delincuenciales ecuatorianas que están extorsionando en Ipiales y liderando otros delitos, por lo que pide una reunión con las autoridades ecuatorianas y un encuentro entre los dos Gobiernos para tomar medidas urgentes para brindar tranquilidad en el cordón fronterizo. (I)