Santa Ana de los cuatro ríos de Cuenca, la Atenas del Ecuador o simplemente Cuenca es una ciudad llena de historia, tradición y cultura. Con una mezcla de naturaleza y construcciones, este es el lugar ideal para distraerse en feriados, fines de semanas o en cualquier momento del año.
Quizás una de las diferencias de ciudades como Quito y Guayaquil es la tranquilidad que se siente en sus calles, estas son recorridas por sus habitantes y turistas a cualquier hora. Incluso se ha vuelto un sitio escogido por muchos extranjeros para disfrutar de su jubilación. Rodeada por cuatro ríos, las caminatas se vuelven acogedoras junto con sus aguas naturales.
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La ciudad de Cuenca nace en lo que hoy es el centro histórico, lleno de casas y edificios coloniales que emanan historia. Uno de los atractivos más clásicos es la zona del parque Abdón Calderón, que lleva su nombre por el Héroe Niño. Esta plaza central ha sufrido varias modificaciones con el paso de los años. Sin embargo, aún mantiene ocho árboles araucarias que rodean la estatua de Calderón. Estas plantas fueron traídas desde Chile por el expresidente Luis Cordero en 1875.
El parque está rodeado por restaurantes, zonas de buses turísticos, oficinas gubernamentales y la Catedral de Cuenca.
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La Catedral Metropolitana de la Inmaculada Concepción de Cuenca es la iglesia más importante de la ciudad. Está inspirada en la Basílica de San Pedro en Romo, su construcción comenzó en 1885 y finalizó en 1980. “Cada vez que les pregunten si la iglesia está terminada díganles que no”, fueron las palabras de uno de los guías a varios niños que subieron a observar las cúpulas de la catedral.
En la parte superior es posible observar gran parte de la ciudad. La razón por la que se dice que la catedral no está terminada es porque las torres frontales no cuentan con campanarios, esto se da porque la estructura no sería capaz de aguantar ese peso. El guía explicaba que, cuando se colocó una de las estatuas de la Virgen María en la parte superior, la estructura presentó una grieta en la zona frontal, por eso se decidió no colocar el resto.
La catedral cuenta con varios tours a las cúpulas, al interior y a las criptas. Los precios van entre los $ 2,25 y los $ 5,50.
Justo a un lado de la iglesia se encuentra la Plaza de las Flores, un espacio lleno de aromas y colores. Rosas, girasoles, pequeños árboles de mandarinas e incluso plantas carnívoras son algunas de las opciones presentes en el sitio. Así como un pequeño negocio llamado Agua de Pitima, donde por un dólar los turistas pueden disfrutar de agua aromática, cuya receta es secreto de los monjes que la elaboran. Se cree que puede tener valeriana y manzanilla.
Museos de Cuenca
Conocer más a fondo el arte y la historia de la ciudad es posible visitando sus diversos museos. El Museo Pumapungo, ubicado en la calle Larga, cuenta con varias exposiciones: desde la más tradicional que guarda la historia de la cultura cañari hasta temáticas más modernas como una sobre Mickey Mouse.
“Nosotros nos enfocamos en cuatro cosas, una es la naturaleza por ser un parque arqueológico, la reserva de arte, la reserva nacional de etnografía y nuestra biblioteca, que es una de las más grandes de la ciudad”, indicó Paúl Andrade, funcionario del museo.
En el piso inferior hay varias exposiciones temporales, pues el museo realiza convocatorias para que los artistas puedan colocar sus obras. Este espacio cultural mezcla piezas antiguas de sus investigaciones, exposiciones de arte moderno, fotografías, artesanías y una gran zona llena de naturaleza. Los visitantes pueden tener un extenso recorrido para observar cada una de sus áreas.
El ingreso al museo es gratuito y es posible visitarlo de martes a domingo.
En la misma calle Larga se erige el Museo Remigio Crespo Toral, bautizado en honor al distinguido poeta cuencano. La arquitectura de este museo refleja la influencia del neoclasicismo francés, destacándose como una de las primeras edificaciones en Cuenca en adoptar este estilo. A diferencia de otros museos, este lugar fue la residencia de Remigio Crespo Toral. Entre sus colecciones alberga el archivo más significativo de la ciudad, así como muebles, obras de arte, vestimenta de la época y una extensa colección de arqueología y numismática.
Entre sus colecciones están el archivo histórico municipal, que contiene todos los libros del cabildo desde su inicio, allí reposa el acta original de la fundación de la ciudad.
Asimismo, en la intersección de las calles Mariscal Sucre y Coronel Tálbot está el Museo de Arte Moderno, los turistas pueden explorar diferentes muestras de obras más actuales. La entrada no tiene precio y sus horarios de atención son de 09:00 a 17:00, de lunes a viernes, y de 09:00 a 13:00, los sábados y domingos.
La vida nocturna no se queda atrás en la Atenas del Ecuador. Si bien existen varias opciones de discotecas en la ciudad, en los últimos años se han tomado los rooftops como otro sitio de distracción. La oferta gastronómica es amplia en los diversos puntos de la ciudad, pero existen espacios como Turi, donde es posible acompañar la comida con la hermosa vista de la ciudad.
El nombre de Turi proviene del vocablo indígena kuri, que significa oro. Se ubica a 10 minutos del centro de la ciudad. La montaña de Turi, según la historia incaica, fue un lugar de adoración de los dioses. Tiene una vista panorámica de la ciudad y la zona está llena de restaurantes e incluso cuenta con un área de juegos para niños. Además de una iglesia y puntos de venta de artesanías. (I)
