Una vez que en un primer intento no han podido ser identificados los cuatro cuerpos calcinados hallados en la zona de Taura (Naranjal), continuará una segunda etapa, por vía antropológica.

Los cuerpos fueron hallados a más de 1 km de la carretera principal de Taura, en una zona de manglar a la que se llegó en lancha.

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Los familiares de los cuatro menores desaparecidos tras una acción militar en el sur de Guayaquil acudieron a las primeras diligencias para determinar si los cuerpos que permanecen en la morgue corresponden a los chicos.

Billy Navarrete, secretario ejecutivo del Comité de Derechos Humanos de Guayaquil, dijo que los cuerpos están irreconocibles a simple vista, puesto que están “incinerados” y “destruidos”.

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Por esos motivos, la prueba dactilar, que es parte de una primera fase de reconocimiento no fue posible aplicar para saber si se trata de los cuerpos de los chicos.

En estas siguientes horas se ejecuta la prueba antropológica. Es decir, con varias características se pretende determinar o descartar que se traten de los menores.

Las familias deberán proveer información sobre heridas, prótesis y características fisiológicas de los desaparecidos para ver si coinciden con los cadáveres que llegaron a la morgue.

Los testimonios y detalles se deberían cotejar con las características de los cuerpos. Esa fase podría llevar alrededor de tres a cuatro días.

En caso de dudas o información incompleta, los especialistas seguirían a la tercera etapa de pruebas de ADN. Esto implicaría una etapa de más de 30 días.

Ante la premura de evitar que el dolor se dilate por parte de los familiares, Navarrete dijo que se podrían trasladar evidencias genéticas a otras dependencias, incluso fuera de Ecuador, para acortar el tiempo de espera.

Para ello, de ser necesario, se hacen gestiones con personal del Ministerio del Interior.

De manera preliminar, a base de los primeros análisis, se tienen sospechas de que uno de los cuatro cuerpos probablemente corresponda a una persona de menor de edad, entre 11 a 15 años.

El pasado martes 24, la Fiscalía solicitó la formulación de cargos en contra de 16 militares implicados en una investigación por desaparición forzada. Para esa diligencia aún no hay fecha.

Ante la evolución de este caso, la Oficina de ONU Derechos Humanos para América del Sur (ACNUDH) y la oficina regional de Unicef para América Latina y el Caribe manifestaron en las últimas horas su profunda preocupación y su solidaridad con las familias de cuatro niños de entre 11 y 15 años, víctimas de presunta desaparición forzada, en medio de un operativo militar en Guayaquil.

Los organismos hacen un llamado a que el Estado ecuatoriano agote todos los mecanismos a su alcance para investigar los hechos de manera exhaustiva, ágil e imparcial de acuerdo con los estándares internacionales de derechos humanos, con el fin de encontrar a los niños y reintegrarlos con sus familias inmediatamente. (I)