<b>Ambato</b>Los cuatro jinetes del Apocalipsis (representan la guerra, la hambruna, la peste y la muerte) estuvieron colocados en la parte baja de la alegoría que se colocó en el atrio de la Catedral de Ambato. En la parte superior, como símbolo de esperanza, Cristo rodeado de ángeles, como una señal de mejores días para la humanidad.La alegoría es la parte central de la eucaristía de la bendición de las flores, frutas y pan que se desarrolló este sábado, 1 de marzo, desde las 09:00. El acto religioso es uno de los puntos de la Fiesta de la Fruta y de las Flores (FFF), que este año celebra la edición 74.“Peregrinos de esperanza” fue el lema escogido para la eucaristía de este año, que estuvo presidida por monseñor Luis Cabrera Herrera, cardenal del Ecuador. En la homilía, el arzobispo de Guayaquil y presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana manifestó que Jesús conduce a sus ovejas a pastos abundantes, a fuentes de aguas tranquilas, pero dependerá de la oveja que coma y beba o no. Pone la mesa servida, pero nunca obliga.Cabrera recordó que Jesús es la puerta abierta para que todos puedan entrar y salir, porque Dios quiere hombres y mujeres libres; no quiere un pueblo de esclavos, sumiso o uno que se resigna, sino en libertad, porque dice que Él ha venido para salvar. Entonces, dijo, la puerta está abierta a la libertad y a la vida en abundancia. “Es una llamada para nosotros, para que seamos hombres y mujeres de puertas abiertas, no de puertas cerradas, y aplicando a la vida, hombres y mujeres de mentes abiertas, no encerrados en prejuicios, en tantas categorías mentales que nos hemos inventando. Hombres y mujeres de corazones abiertos, no encerrados en el miedo, en el egoísmo, en un ambiente de inseguridad, sino en personas capaces de amar a todos”, aseveró.Manifestó que la fiesta ambateña, luego del terremoto del 5 de agosto de 1949, nació porque la gente miró al cielo y se levantó, dejó de culpar a la naturaleza, a la sociedad, a los Gobiernos y a Dios, y tomó la decisión de surgir, dar ánimo, esperanza y que las personas vuelvan a confiar en sí mismas con la finalidad de progresar nuevamente.El diseño de la alegoría de este año se viene trabajando desde hace meses, con planificación y un trabajo meticuloso.Trajano Flores, diseñador y constructor de la alegoría, indicó que la obra contiene miles y miles de flores, frutas, semillas, hojas, granos secos, todo natural. “Solo en uno de los elementos se colocaron alrededor de 30.000 semillas, y eso se coloca de uno en uno”, manifestó Flores. Desde cuando asumió, hace seis años, el encargo de la Diócesis de Ambato para diseñar la alegoría, cada año busca hacer algo novedoso e innovador para no hacer algo repetitivo. El artista dijo que en esta ocasión son elementos con volúmenes, es decir, es algo tridimensional que no hay en ninguna otra parte el país. Para lograr el resultado esperado, el trabajo comenzó en octubre, aseveró Flores.La alegoría está compuesta por veinte paneles en donde se distribuye la serie de elementos; se hace el montaje de ellos el viernes anterior a la celebración religiosa. Solo una figura tiene cinco metros de alto.Este domingo, 2 de marzo, desde las 09:00, por las calles céntricas de Ambato se realiza el Desfile de la Confraternidad con más de veinte carros alegóricos <b>(I)</b>