La carestía de los alimentos, la subida del dólar, los sueldos de hambre y exigir la libertad de sus compañeros apresados llevaron a miles de trabajadores a protestar en las calles de Guayaquil el 15 de noviembre de 1922. Uno de esos obreros fue Alfredo Baldeón, de oficio panadero, y que pertenecía a la sociedad Unión de Panaderos de Socorros Mutuos, afiliada a la Federación de Trabajadores Regional del Ecuador.