IPIALES

La vertiginosa caída del dólar es imparable, el descenso en la cotización frente al peso colombiano rompe por estos día la barrera de los 4.000 pesos en el mercado oficial y unos 200 puntos menos en el mercado de la calle en Tulcán e Ipiales, en la frontera colombo-ecuatoriana.

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El fenómeno disminuye la afluencia de compradores ecuatorianos en las ciudades de Ipiales y Pasto, en Colombia, debido a que el diferencial cambiario actualmente no favorece a los connacionales por el alto valor del peso colombiano, que se consolida como la moneda más revaluada del mundo.

Según el histórico cambiario, algo parecido sucedió hace trece meses, el 19 de junio del 2022, cuando $ 1 se compró en 4.089 pesos; sin embargo, es importante destacar que el 1 de noviembre del mismo año $ 1 alcanzó los 5.000 pesos, logrando el techo más alto de la historia de la tasa de cambio.

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Cientos de ecuatorianos llegaron a Ipiales en este feriado pese a baja cotización del dólar

El alto valor del dólar convocó hasta hace un mes los fines de semana y feriados entre 30.000 y 35.000 ecuatorianos en ambas ciudades fronterizas en planes de compras, como confirman los registros de las cámaras de Comercio de las dos urbes colombianas.

La alta cotización benefició por aproximadamente ocho meses a los consumidores de Ecuador, que semanalmente arribaban desde diferentes ciudades para tomarse esas poblaciones fronterizas y abastecerse de todo tipo de productos, artículos, equipos, entre otros.

A pesar de las previsiones de expertos colombianos que advertían una devaluación de la moneda colombiana por factores políticos, así como económicos internos y externos, el peso subió frente al dólar, apreciándose, fluctuando la compra entre 4.060 y 3.975 pesos, valor que encarece las compras en dólares para los connacionales.

Este viernes 21 de julio, $ 1 se cotiza en 3.975 pesos colombianos, desfavoreciendo esta tasa aún más al comercio de la frontera del suroccidente colombiano, que tiene como principal nicho de compradores a los ecuatorianos.

“Si antes realizábamos compras por $ 500, con $ 1 de 4.600 pesos pagábamos 2′300.000 pesos; este momento los mismos $ 500 a la cotización actual ($ 1 × 3.975 pesos) se convierten en 1′987.000 pesos, 313.000 pesos menos, es decir, hay que cancelar adicionalmente $ 78,74″, explica Rodrigo Salas, comerciante de Ibarra, quien confirma que el aumento ahora es considerable.

No obstante, líneas como papel higiénico, vestimenta, artículos de aseo, televisores, telefonía celular, calzado, equipos informáticos, licores, cervezas, telas, repuestos, llantas todavía tienen precios convenientes pese a que la conversión de dólares a pesos por ahora no es la mejor.

Fueron tiempos de bonanza, aseguran los comerciantes de Ipiales, que extrañan a los más de 35.000 viajeros que venían hasta de Loja, en el sur de Ecuador, en tour de compras, recorriendo largos trayectos.

Jaime Argüello, residente en Guayaquil, quien arribó el pasado martes, asegura que ya no es favorable comprar en Ipiales, no obstante, comentó que aprovechó el largo viaje para visitar sitios turísticos como el santuario de Las Lajas.

El pasado fin de semana Ipiales presentó un ambiente diferente, arribaron contados turistas y no era la ciudad donde los sábados resultaba difícil transitar o acceder a un parqueadero. Según los administradores de las cadenas de supermercados, hay preocupación porque reconocen que sus mayores compradores provienen del Ecuador.

Estudian varias estrategias para volver atractivo el comercio ipialeño, con base en promociones, descuentos y liquidaciones. En uno de los lugares más visitados (Alkosto) se dispuso que las compras con tarjeta en dólares ya no sean cobradas con el valor que ellos imponían, sino tomando en cuenta el precio oficial en Ecuador, dejando entrever que la prosperidad en ventas por ahora está en compás de espera.

Los tours de viajes hacia distintos destinos colombianos que cautivaron a centenares de ecuatorianos por las bondades de la conversión de la moneda también han sufrido una gran merma, debido al alto valor del peso.

No obstante, los operadores turísticos nariñenses (Ipiales y Pasto) señalan que un flujo rezagado que estaba en espera, que corresponde a reservas pagadas en meses anteriores por familias de la Sierra ecuatoriana, es lo único que estaría aprovechando la temporada de vacaciones para recorrer destinos como Medellín, Cartagena, Barranquilla, Cali, entre otros. (I)