La Cima de la Libertad, 201 años después de la batalla de Pichincha: una seductora vista panorámica con barrios llenos de carencias

En las faldas del volcán Pichincha nace una montaña que desde hace 201 años se volvió escenario principal de la independencia del territorio que años después se llamó Ecuador. La llamada Cima de la Libertad está ubicada en la zona suroccidental de Quito, en este lugar se libró la batalla de Pichincha, un 24 de mayo de 1822.

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Actualmente la montaña está rodeada por una serie de barrios, cuyos habitantes se vieron seducidos por la vista panorámica que brindan los caminos que llevan a las construcciones. En el corazón de este cerro existe un museo de historia cívica y militar y un complejo llamado Templo de la Libertad. En el lugar se realizan eventos conmemorativos cada año, recordando la gesta histórica.

Rodeando al templo militar se ubican una serie de barrios que, a pesar de formar parte de un sector con relevancia histórica para Ecuador, conviven con limitaciones y necesidades. Los barrios Balcón Quiteño, Atacazo, Libertad, San Francisco de Cruz Loma, Toctiuco y Balconcito Quiteño están cerca al escenario de guerra que se libró en el pasado.

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María Elena Caizapasto, habitante del Balcón Quiteño, señaló que el barrio debe tener más de 150 años desde su creación, pues sus abuelos le contaron que crecieron en este lugar. Somos nacidos aquí, éramos siete hermanos y la mayor vive abajo, en la Cima de la Libertad, yo voy a cumplir 55 años y he sido criada aquí (…) para tener agua hicimos muchas mingas porque tomamos el agua desde el Rucu Pichincha, de una vertiente”, agregó.

La Empresa de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps) ya les instaló las conexiones de agua potable, ahora lo que necesitan es la rehabilitación de la vía, que al inicio fue de empedrado, también por mingas de los habitantes. Después les ayudaron con asfalto, pero sin un estudio de veredas y bordillos, la mayoría de la calle está dañada.

Como existen amplias extensiones de terreno, la mayoría de personas se dedican a los trabajos de campo. En la zona más alta de la montaña, desde donde el ejército independentista tuvo su ventaja posicional, y sorprendió al ejército Real, se ubica una choza que cubre de la lluvia a las hojas de maíz, usadas para alimentar a un par de vacas que pastan en un potrero.

Los pinos y cipreses, árboles altos que cobijan a los animales del sol, no fueron testigos de la batalla, pues solo tienen un aproximado de 50 años de vida.

Hace 201 años, la tranquilidad de la pradera se había terminado de pronto, el choque de los ejércitos con el retumbe de los cañones, gritos y disparos se apoderaron de la incertidumbre, sin embargo, se convirtieron en la pelea final que desencadenó en la independencia, según la historia.

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Para los vecinos, el Templo de la Libertad les ha permitido que se haga un poco más de obra, por lo menos hasta esta construcción, existe una vía en buen estado, porque hasta allá llegan las autoridades, puntualizaron.

Para Inés Caizapasto, el sector es tranquilo. “Es un barrio pobre, humilde, se respira aire puro. El problema es que aquí las autoridades, sean del municipio o lo que sea, nadie se acuerda de nosotros”, expresó.

Puntualizó que existe una vía turística que conduce hasta el teleférico de la ciudad. “Los buses no quieren subir porque no está buena la vía, los carros igual se dañan. Es difícil bajar a pie, de aquí bajamos al Templo de la Patria a coger el bus”, enfatizó la mujer de 50 años.

A pie se demoran un aproximado de 15 minutos en llegar hasta el Templo de la Libertad, pues en ese punto siempre encuentran transporte público. En su barrio, los buses pasan cada media hora, “cuando vienen”, dijo la ciudadana.

En el sector también recalcaron que no han tenido últimamente problemas de inseguridad. “Sí venían antes a robar, pero se les ha cogido, se les ha apaleado y ya no han vuelto”, añadió Inés.

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La mayoría siente orgullo de pertenecer a este sector de la capital de Ecuador, aunque quisieran ser visitados por las autoridades, que no solo lleguen hasta el templo, han pedido.

La vista desde cualquier sector de esta montaña es privilegiada, existe una visión panorámica del norte, centro y sur de Quito. Sin duda el factor geográfico se juntó a la entrega de los soldados que lograron batallar y vencer a un ejército que se suponía superior y que finalmente se doblegó ante los gestores de la independencia. (I)