Entre las cuestas que rodean las manzanas de viviendas construidas con una arquitectura sobria, en contraste con las edificaciones del centro histórico, se levanta el barrio América, uno de los más antiguos de la capital y con varias historias que envuelven en el misterio y la sal quiteña característica de sus ciudadanos.
Este barrio es la cuna del Club Deportivo América. Julio Sangoquiza recuerda cómo formaron entre vecinos el “Escuadrón Verde”, como se llamaba la barra de aficionados que apoyaban al club de fútbol profesional.
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Ahora, sentado en una de las bancas del parque Benito Juárez, o más conocido como el parque América, dice que todos los hinchas se fueron a otros lugares o fallecieron, aunque el equipo todavía disputa una categoría del fútbol ecuatoriano.
En estas calles es fácil encontrarse con un vecino y comentar sobre las noticias del país o sobre los amigos del barrio, siempre con la sal quiteña (característica de picardía que tienen las personas para hacer bromas o decir algo).
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Algunos de los dueños de casas en el lugar cuentan con orgullo que en ese barrio nació y vivió Don Evaristo, interpretado por Ernesto Albán, uno de los mejores comediantes del país y personaje célebre de la historia de la capital.
Ahora todo ha cambiado, los habitantes son orgullosos de la belleza de su parque e iglesia, pero denuncian que la inseguridad ha llegado para terminar con su tranquilidad.
Byron Cobeña tiene un local comercial en este barrio, el ciudadano recalca que últimamente la inseguridad ha ido en aumento. “Se escucha sobre robos, se abren los locales, estamos preocupados por ese tema (…) esto a veces nos obliga a cerrar más temprano y obviamente afecta en lo económico”, expresó.
El quiteño pide que se realicen más controles tanto en la mañana, como por la noche. Sobre temas de microtráfico de drogas no ha escuchado o visto, pero sobre las extorsiones (vacunas) ya se ha vuelto un rumor que empieza a tomar fuerza.
Sin embargo, entre los habitantes y comerciantes del sector ya se han organizado para reaccionar ante cualquier hecho delictivo. El acuerdo es que cuando alguien active la sirena del barrio, todos los vecinos salgan armados a brindar ayuda.
Jorge Proaño es un taxista de la cooperativa América, para él el barrio, especialmente el parque Benito Juárez, o más conocido como parque América ha quedado abandonado, los niños ya no salen a jugar ni muchos vecinos a compartir.
Esto, según explica, se debe a la inseguridad del país, con las medidas de estado de excepción, toque de queda, y los atentados que se han reportado días atrás la gente ha decidido evitar salir a lugares públicos.
Proaño dice que sí ha visto presencia policial, pero no es durante todo el día. Cerca del parque han tenido casos en los que ciudadanos a bordo de motocicletas determinan sus posibles víctimas y sustraen sus pertenencias, especialmente celulares.
Otro de los pedidos que hace el ciudadano es el arreglo de la calle México, frente a la iglesia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Las piedras antiguas se han levantado, formado unos montículos que afectan a todos lo vehículos que pasan por el sector. (I)